Tijuana.- El Ayuntamiento local le entregó las llaves de la ciudad al alpinista Ignacio Anaya Barriguete por haber sido el primer tijuanense que llegó a la cumbre del Everest, como parte de la Expedición del Bicentenario.

Recibió la distinción por parte del alcalde Jorge Ramos Hernández, quien agradeció el esfuerzo y que el deportista colocara un estandarte de Tijuana en la cima más alta del mundo, ubicada a 8 mil 848 metros sobre el nivel del mar.

Anaya Barriguete, nacido en el Distrito Federal pero radicado aquí desde los siete años, formó parte de una expedición que inició la travesía al Everest a principios de abril y concluyó a las 11:15 horas del 17 de mayo pasado.

Sólo él y la alpinista Eva Martínez Sandoval lograron la hazaña, pues otros dos expedicionarios tuvieron que suspenderla por problemas de salud.

Ignacio Anaya, abogado fiscalista y contador público, practica el montañismo desde hace apenas tres años (está por cumplir 43), ofreció su esfuerzo a apoyar a niños con cáncer.

Entregó un peso por cada metro que subió en su trayecto a la cima, mientras la Fundación Castro Limón de apoyo a menores con este problema de salud realizó una campaña en escuelas privadas para que estudiantes apoyen la causa.

El deportista agradeció el respaldo de las autoridades locales, y en especial reconoció que el apoyo de su esposa y su hijo fueron elementales para lograr la hazaña.

Eva Martínez fue la sexta mujer mexicana en alcanzar la cumbre del mundo, y junto con Anaya colocaron en el Everest las cenizas de la alpinista Sofía Salas, una joven alpinista que falleció en febrero durante un accidente en el Nevado de Toluca mientras entrenaba para ser parte de la Expedición del Bicentenario.

Anaya Barriguete ha ascendido dos veces el Aconcagua de Argentina; una vez el Chimborazo de Ecuador; tres veces el Pico de Orizaba de México; tres veces el Whitney Mountain de Estados Unidos; el Elbrus de Rusia; una vez el Wheeler Peak de Estados Unidos; y dos veces el Picacho del Diablo de Baja California.