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Saltillo divorciado

Por Revista Saltillo

Publicado el martes, 17 de enero del 2012 a las 02:47


A pesar de que las autoridades presumen de una supuesta estabilidad familiar, lo cierto es que la crisis va en aumento

Saltillo, Coah.- En el año que termina se colapsaron en Saltillo más de 2 mil hogares, que en teoría tenían años de haber sido derrumbados por la violencia intrafamiliar, la irresponsabilidad y el desamor, la mayoría acordó disolver su matrimonio mientras una tercera parte vivió tortuosos procesos para alcanzar la libertad bajo un concepto llamado: “divorcio”.

En cinco años las estadísticas del Registro Civil en Coahuila comprueban que de cada 100 coahuilenses 17 deciden divorciarse; del 2005 a 2010 se realizaron 64 mil 995 matrimonios y se disolvieron 11 mil 545. La dependencia detalla que en este mismo lapso al menos 33 mil parejas se unieron cuando tenían entre 21 y 29 años, sin embargo, más de 8 mil decidieron divorciarse al saltar a los 30 años, pasando por los 40 y más años de edad.

Mujeres que tuvieron el valor para afrontar lo que a veces ven como un calvario para alcanzar la independencia pasaron por los juzgados de Saltillo para exigir el derecho de sus hijos a una pensión alimenticia, y pese a que el Tribunal Superior de Justicia determina que en el estado hay estabilidad familiar, al observar que no hay grandes distancias entre las cifras de 2010 donde se registraron 2 mil 129 divorcios y en 2011 que cerraron con 2 mil 93, las recurrentes causas de divorcio como la violencia o el abandono que ven los juzgadores y defensores hacen pensar lo contrario.

Le voy a decir a papi que te pegue…

Las palabras de Mariana fluyen lentamente entre nerviosismo y la pena que le da recordar el día que intentó llamarle la atención a su pequeño y él contestó “le voy a decir a mi papi que te pegue”, frase que le dio el valor para divorciarse y dejar atrás la historia que cuenta.

“Cuando nos casamos los dos estábamos estudiando, a diferencia de él yo sí trabajaba, me gradué primero que él y seguí trabajando, él jamás trabajó y era un factor de desacuerdo, además de que era muy agresivo. Lo que yo ganaba era para mí y para mi niño, que ahora tiene 7 años, y con lo que podía ayudaba a su mamá, pues vivíamos en su casa.

“Él nunca trabajó porque no quiso, nuestras discusiones eran porque él era muy machista, duraba hasta dos o tres días sin ir a dormir con el consentimiento de su madre; duramos 5 años de casados, después de un año cada quien vivía por su lado, él hacía lo que quería, pero me sentía más tranquila porque tomaba mucho y el hecho de que no llegara era mejor para mí y para mi bebé.

“Lo que detonó el rompimiento fue cuando él empieza pegarme delante de mi hijo, cuando mi hijo empieza tomar sus mismas actitudes decidí poner un alto. Ya no podía regañarlo porque me decía ‘le voy a decir a mi papi que te pegue’, pensé y dije: esto no es sano.

“Me pegó muchas ocasiones, por la nada eran cachetadas, patadas o empujones; recuerdo mucho que cuando el niño tenía un año fui a una fiesta y le pedí me fuera a recoger, cuando llegué me di cuenta que ya no tenía el dinero que siempre guardaba para los pañales, para la leche de mi niño y para mi transporte, en ese entonces yo ganaba muy poquito, le reclamé y junto con mi niño me empujó y me aventó una lámpara, todo porque el dinero lo había utilizado para emborracharse.

“Luego de soportar cinco años tomé la decisión definitiva, le conté a mi mamá y ella primeo fue al DIF y se asesoró, mi preocupación era el niño, aguanté al principio porque lo quería, luego por mi niño tenía miedo de que me lo quitara, pero después yo hice todo sola.

“Ya no tengo miedo, antes lo tenía hasta para ir a trabajar porque me acosaba mucho, tengo un año y medio lejos de él, aunque antes me hizo pasar un calvario en los seis meses de divorcio. De inmediato que me separé empecé mis trámites de divorcio, fueron peleas y peleas, pero a la hora de ver lo de la pensión no se pudo sostener, porque no trabajaba, fue una lucha psicológica porque empezó a cambiar con el niño, a tratar de ganárselo.
“Fue muy desgastante estar en el divorcio seis meses, quizá pudo haber sido menos porque él no asistía a las citas, me dejó plantada muchas veces y todo ese tiempo tuve que mantenerme en un turno de noche para ir a los juzgados, llevar a la niño a la escuela y las terapias psicológicas, pero hoy todo parece estar superado.

“Nunca viví un matrimonio normal, siempre fui la responsable de los gastos de mi niño, siempre anduve sola para todos lados, nunca conté con su compañía; de mi divorcio lo más duro fueron las críticas, mucha gente me dio la espalda, me pregunté por qué si ni siquiera supieron lo que me pasó.

“Lo económico nunca me preocupó, yo tenía mi profesión y un mejor empleo; si le pedí pensión fue para que se enseñe a ser responsable, porque fueron cinco años en los que ni para una bolsa de pañales me dio, en estos momentos me da lo mínimo, mil pesos mensuales.

Mi relación con él es sólo para ponernos de acuerdo con lo que necesita el niño, lo de él y yo hace mucho terminó, y sabe que si me vuelve a lastimar habrá consecuencias porque no estoy sola.

El relato que Mariana inició llena de timidez se fue transformando en frases de libertad, una sonrisa se dibujó, era el rostro de una mujer empoderada que cinco años de amarguras no alcanzaron a vencerla, pues hoy intenta rehacer su vida aunque le digan: “divorciada”.

Mujeres cansadas

Históricamente el divorcio necesario lo pide la mujer, afirma José María García del Peña, Visitador Judicial del TSJC, mientras que la abogada Claudia Huerta lo confirma, pues 7 de cada 10 de sus clientes son mujeres que intentan salir de sus relaciones de conflicto.

En cinco años de 2005 al 2010, el Registro Civil contabilizó 11 mil 545 divorcios mientras que tan sólo en los juzgados que corresponden a la Región Sureste (Saltillo, Arteaga, Ramos y General Cepeda) en 2010 cerraron con 2 mil 129, mientras que en el año que se va, 2011, la cifra fue de 2 mil 93 divorcios.

García Peña describe que durante 2011 se solicitaron mil 501 divorcios por mutuo consentimiento, sumados a los 592 necesarios, que se diferencian porque un cónyuge demanda a otro, y según las cifras, más de 25% lo hace por los malos tratos, violencia intrafamiliar, la sevicia y los insultos entre cónyuges.

¿Por qué se divorcian en Saltillo?

Claudia Huerta, integrante del Foro de Abogados, señala que cuando una persona llega a pedir asesoría en torno a un divorcio, el especialista determina si puede ser por mutuo consentimiento o necesario, esto de acuerdo con una investigación elaborada en torno al caso.

“Le pregunta es: ¿por qué deciden divorciarse?, y en mi experiencia la causa es la violencia, a menudo te dicen ‘ya no quiero estar con él’, con timidez te cuentan que no aguantan que les den desde un puñetazo hasta una cachetada; descubres que también hubo violencia psicológica, donde los señores insultan las señoras; en la investigación que hacemos a veces podemos encontrar otra causal, como la crueldad excesiva, porque con todo lo que les dicen las humillan. Por otro lado, está el abuso sexual que a veces se da entre la pareja, las señoras ni siquiera saben que esto puede ser una causal, creen que deben tener sexo por estar casadas”, afirma la abogada.

Explica que el maltrato también se da no sólo a la mujer, sino en los hijos, aunque en algunos casos el esposo se cuida de no golpear a la mujer delante de los hijos, los niños no pueden evitar darse cuenta porque llegan vivir en espacios muy reducidos donde es fácil adivinar qué es lo que sucede del otro lado de la pared.

Huerta indica que otra causal que se repite en la Región Sureste es el incumplimiento de obligaciones, los esposos se gastan el dinero que ganan y las mujeres sobreviven con lo que la madre o la suegra les da porque no pueden trabajar, debido al número de hijos que tienen; mientras que otras que sí laboran deciden divorciarse porque se cansan de mantener al marido irresponsable, y en otros casos porque el hombre desde hace mucho abandonó el hogar.

“En el divorcio por mutuo consentimiento, normalmente llega uno de los esposos que ya decidió y el otro dice que está de acuerdo, pero que él lo haga; he visto más mutuos que necesarios en la práctica, sin embargo, muchos divorcios por mutuo consentimiento se convirtieron porque tenían la base de uno necesario, porque existía violencia o por otro motivo por el cual se llegó a un acuerdo, observando que por mutuo en un mes puede salir la sentencia”, explica la experta.

Sostiene que en el caso de un divorcio por mutuo consentimiento, si el abogado presenta la demanda y el convenio suscrito y el aval para cumplimento de pago de pensión, se otorgará una audiencia en 15 días y a la semana saldrá la sentencia, se da por notificado al cliente, y en un mes estarán los oficios para que se emitan las actas de divorcio; sin embargo, en el necesario se puede llevar hasta más de un año y dependerá de las pruebas del demandante.

El costo de la libertad

El costo de un divorcio dependerá de los honorarios que cobre cada abogado; en un divorcio por mutuo consentimiento, el trabajo del experto será facilitar el trámite a su cliente, dándole los papeles a firmar e indicando qué día tendrá que presentarse a las audiencias, en este caso el costo será más económico porque no hay controversia, mientras que en el necesario las cosas se complican y los costos se elevan porque hay un litigio, hay que ofrecer pruebas para comprobar lo demandado.

“Si un divorcio por mutuo consentimiento cuesta 7 mil pesos, el precio de uno necesario se puede triplicar, y aquí hablamos de un costo promedio”, detalla Claudia Huerta.

Añade que las personas deberán tomar en cuenta los costos de actas de nacimiento originales de los cónyuges, así como la de matrimonio y de los hijos, si es que los hay, mientras que una vez que se emita una sentencia, la inscripción del divorcio en el Registro Civil costará 300 pesos y el acta de divorcio podrá costar hasta mil 500 o más.

En total podrían sumar más de 10 mil pesos o más, aunque según la experta, no hacer la inscripción y el acta de divorcio no quita los efectos del divorcio, sin embargo, serán útiles para el o la interesada que quiera rehacer su vida.

Añade que no necesariamente se tiene que pagar a un abogado particular, se puede acudir a la defensoría jurídica, pero allí tendrá que toparse con las cargas de trabajo que poseen, sin embargo, siempre será necesario contar con un experto para iniciar el proceso.

Consecuencias de un divorcio

Al divorciarse existen consecuencias… La abogada considera que la principal es que extingue a los cónyuges del vínculo matrimonial y deja en libertad a los divorciados para contraer un nuevo matrimonio, con la salvedad de que el cónyuge que haya dado causa al divorcio no podrá volver a casarse sino después de dos años, a contar desde que la sentencia de divorcio causó ejecutoria.

Para que los cónyuges que se divorcien voluntariamente puedan volver a contraer matrimonio es indispensable que haya transcurrido un año.

En el caso de un matrimonio contraído bajo el régimen de sociedad conyugal, ésta se deberá liquidar, pagando los créditos que hubiere contra el fondo social, se devolverá a cada cónyuge lo que llevó al matrimonio y el sobrante, si lo hubiere, se dividirá entre los dos.

Si existen hijos menores de edad o que siendo mayores están incapacitados para solventar sus propios gastos, surgirá la obligación de proporcionar alimentos, es decir, comida, vestido, habitación y asistencia en casos de enfermedad, y respecto a los menores, lo necesario para la educación y recreación, y para proporcionarle algún oficio o profesión, conforme a la posibilidad del que debe darlos, ya sea el padre o la madre, y a las necesidades del que debe recibirlos.

José María García del Peña, visitador judicial del TSJC, afirma que los juicios de alimentos a partir de 1999 en Coahuila, en cualquiera de los juicios de divorcio por mutuo consentimiento o necesario, el juez está obligado a que si hay hijos antes de tomar la separación primero garantice los alimentos. Bajo este precepto en 2010 se registraron 516 casos, mientras que en 2011 la cifra tuvo un ligero despunte llegando a los 574.

Causales de divorcio más frecuentes:

-La sevicia, las amenazas o las injurias graves de un cónyuge para el otro;

-La negativa injustificada de los cónyuges a cumplir con las obligaciones

-Los hábitos de juego o de embriaguez o el uso indebido y persistente de drogas enervantes, cuando amenazan causar la ruina de la familia, o constituyen un continuo motivo de desavenencia conyugal;

-La separación de los cónyuges por más de 3 años, independientemente del motivo que haya originado la separación, la cual podrá ser invocada por cualesquiera de ellos.

-Las conductas de violencia familiar cometidas por uno de los cónyuges contra el otro o hacia los hijos de ambos o de alguno de ellos.

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