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Publicado el miércoles, 1 de marzo del 2017 a las 10:25
Saltillo, Coah.- Al pie de un árbol o sobre la grada, con libreta el mano, anteojos y una voz peculiar llena de frases que lo caracterizaban, así era Jorge Vilches Martínez, hidrocálido de nacimiento pero saltillense y culichi por adopción, una leyenda de la crónica del beisbol que pasó al campo del reposo y de la dicha la madrugada de este lunes.
Antes de estar detrás de un micrófono, Don Jorge estuvo atrás del plato al ser catcher de sucursales de los Tigres Capitalinos en la época de los 70. Un amante de las reglas que las ejerció como ampáyer profesional, la vida dio un giro de 180 grados al encaminarlo a la labor que lo llevó a la inmortalidad, la crónica.
Rieleros de Aguascalientes fue el primer equipo que le dio la oportunidad como cronista, pero en primera instancia fue la televisión donde ejerció su análisis y narrativa. Fue hasta 1999 cuando Don Jorge Vilches se alió con el hombre que lo cobijó hasta sus últimos días, Don Juan Manuel Ley.
SU LLEGADA A SALTILLO
Fue “El Chino” Ley quien convirtió a Jorge Vilches en el cronista de los Saraperos de Saltillo y Tomateros de Culiacán, considerados como sus dos amores deportivos, instituciones con las que vivió títulos, victorias y derrotas, jugadas anecdóticas que definía con sus frases más características, “vaya lío” al escuchar la crónica más sincera del beisbol mexicano.
Son 28 años de trayectoria los que terminaron el 26 de enero del 2016, esto cuando Jorge Vilches anunciaba su retiro cromo cronista viajero de los Saraperos de Saltillo, esto ante la prescripción médica de los llamados por él mismo como “matsanos”, que le impidieron continuar con su más grande pasión, el beisbol.
Tras varios meses de lucha contra la enfermedad, Jorge Vilches Martínez puso el último out en su vida la madrugada de este lunes, pero más allá de abandonar el mundo terrenal, pasó al mejor palco que puede haber; el cielo estaba necesitado de un cronista sincero que sentenciara a los ponchados con su “toma chocolate y paga lo que debes”.
“A otra cosa mariposa” y las páginas en la historia de Jorge Vilches Martínez comenzarán a escribirse como un inmortal, que tiene una cita con el Salón de la Fama del Beisbol Profesional, además del bautismo de una cabina de transmisión que no goza de un nombre, pero que el creador del “vaya lío” es el único para recibir dicho honor.
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