Saltillo, Coahuila.- El cuerpo como medio para transmitir emociones y belleza es el principal instrumento de la danza, y en el género folclórico es vital para representar la belleza de la tradición cultural de un pueblo. El Festival de Danza Folclórica El Guateque llegó a su tercera edición la noche del martes en el Teatro de la Ciudad Fernando Soler.

Conformado por los ballets folclóricos Masehua, Tlaxcalteca y Del Estado, El Guateque arrancó ante un público deseoso por ver los movimientos de las faldas largas de las jóvenes, así como de los sombreros que adornaron la cabeza de los bailarines.

El primer grupo en iniciar fue el Ballet del Estado, dirigido por Francisco Hernández, quien presentó un programa conformado por danzas como El Huapango San Buenaventura, La Canción de Veracruz y varias danzas jaliscienses como el clásico Jarabe Tapatío.

MUESTRA ESTATAL

Los primera bailarina en salir a escena con un vestido largo y amarillo, mientras que su compañero, con un traje de color café, zapateó fuerte al ritmo del huapango coahuilense, mientras giraba en torno a su compañera.

Al finalizar, el Ballet Folclórico del Estado presentó a 12 bailarines en escena: seis mujeres y seis hombres vestidos completamente de blanco y a la usanza jarocha convirtieron el interior del recinto en un noche de neblina, pues la luz cambió de rojo a azul oscuro, mientras una luna se dibujaba sobre la pantalla.

Al terminar la primera canción veracruzana, desaparecieron los bailarines y las seis mujeres que los acompañaban surgieron por los laterales con veladoras en su cabeza, mientras sus vestidos simulaban las olas del mar en las costas jarochas, así como recordaban el aletear de las palomas blancas.

La noche se transformó en atardecer cuando la luz cambió nuevamente a un naranja, en donde los 12 bailarines regresaron para permitir que dos solistas hicieran una muestra de habilidad para el público.

El fondo rojo del teatro recibió de nuevo a varios bailarines quienes se transformaron de jarochos a tapatíos, pues vestidos de charros jaliscienses impusieron el estilo de la Perla de Occidente sobre el templete, mientras las bailarinas robaban miradas por sus vestidos rosas llenos de flores al bailar el Jarabe Tapatío.

Al terminar la presentación del ballet, la cantante María Pineda interpretó dos canciones: Veracruz y Paloma Negra, para dar paso a la siguiente compañía.

Jóvenes talentos

El Ensamble Folclórico Infantil Masehua, dirigido por Roberto Rangel Reyes, inició su presentación con 13 jovencísimas intérpretes, quienes con un rebozo que les cubría la cabeza y unas faldas largas a la manera revolucionaria, presentaron una serie de canciones de la misma época.

El baile inició con la canción Juana Gallo, siguió el corrido de Adelita, el cual fue el de mayor duración, pues las bailarinas formaban filas militares, mientras sus rifles de utilería les servían como parejas de baile.

Al terminar las danzas revolucionarias, cuatro viejitos robaron la atención del público con sus ocurrencias y peleas. Los bailarines, ataviados como ancianos, hicieron el clásico trenecito de bastones.

El Ensamble Masehua terminó con la aparición de las 13 jovencitas practicando la Danza de las Ollas, en donde se movieron, acompañadas de dos bailarines, con jarrones de barro sobre sus cabezas, intentando mantener el equilibrio.

El CIERRE

La última compañía en presentarse fue el Ballet Folclórico Tlaxcalteca, el cual es también uno de los más antiguos, pues su fundación se remonta al año de 1969 y ahora está bajo la dirección de Héctor Alfonso Villafuente.

El Ballet Tlaxcalteca contó con un programa que mezcló de nueva cuenta los bailes jarochos y las polkas del norte de México. Con un total de 14 bailarines, el Tlaxcalteca inició con las danzas veracruzanas como El Gavilancito y Zapateada, para continuar con El Pávido Návido, interpretado por dos solistas sobre el escenario.

El Festival de Danza El Guateque continuará todos los días hasta el próximo viernes, a las 19:00 horas, en el Teatro de la Ciudad Fernando Soler. La entrada es de 50 pesos.