Polonia.- Un amante del arte que vive en Nowa Huta, Polonia, se enamoró de una lavandera de cabellos castaños. El detalle es que la joven está pintada en un cuadro.

Tomasz Urynowicz, de 37 años, vio por primera vez en una galería de arte la obra de Antoni Maria Kwiek en 2001, y quedó fascinado con la belleza de la joven retratada. Compró entonces el cuadro en el lugar y se pasó 10 años buscando a la joven retratada.

Esperaba que sus vecinos supieran quién era o dónde podía ubicar al artista que la pintó en 1955. “Solamente quería conocerla, sentarme y tomar un café y charlar para ver quién es ella y cómo fue su vida”, explica Tomasz, aunque aclara que se hubiera contentado igual si conocía a Kwiek.

Luego de años tratando de rastrear en vano a la chica que “tiene cabello castaño que resplandece al sol”, Tomasz ahora busca a un cura que acceda a casarlo con la versión pintada de la chica de sus sueños.

“No sé cómo son las leyes respecto de estas cosas en Polonia. Pero si no puedo hacerlo aquí, me iré a cualquier otro lugar para lograrlo”, dice, y después de 10 años de búsqueda hay que creerle.

Puede transformarse en el primer ser humano que se casa con un cuadro.