Acuña, Coah.- Por cuestiones de fe, costumbres o tradiciones, cientos de personas acudieron ayer a visitar los panteones donde descansan los restos de sus seres queridos, aquellos que se les adelantaron en el camino, recordando de esta forma a un hijo, al padre, hermano, tío, la madre, la esposa o simplemente un amigo, quienes de una u otra manera formaron parte muy importante en su vida.

El movimiento en los dos cementerios municipales como lo es el panteón Dolores y el Jardín Amistad Eterna, empezó desde muy temprana hora, donde las personas arribaron a bordo de automóvil, bicicleta , transporte colectivo, taxi o a pie, con el objetivo para todos de dedicarles un poco de tiempo a sus difuntos.

En el cementerio realizaron trabajos de limpieza, pintura, cambio de arreglos florales de las áreas que les corresponden a los sepulcros de sus familiares, por quienes oraron por el eterno descanso de su alma pidiendo al Todopoderoso que les dé la fuerza y el consuelo necesario para soportar tan terrible pérdida.

Familias enteras trabajaron en equipo en lo que fue la colocación de las flores naturales, así como las coronas y flores artificiales con las que adornaron las tumbas para que sus muertos las vean bonitas, ya que de acuerdo a las creencias, se les permite de nueva cuenta regresar al mundo de los vivos para estar con sus familiares.

A pesar de que hubo un gran movimiento en los panteones, hubo tumbas que quedaron en el olvido, ya que ninguno de sus familiares acudió al cementerio para recordarlos ya sea por falta de recursos económicos o bien por que ya abandonaron la ciudad. Incluso algunas sepulturas ya se encontraban perdidas entre la maleza, sin nombre y sin una flor como muestra de cariño de aquellos con los que compartieron parte de su vida.

En el cementerio se observaron rostros de dolor, de angustia y lágrimas al recordar los motivos o las causa que provocaron la muerte de un ser querido, ya que a pesar de los años las heridas aún no se han podido sanar.

Para don Refugio Pérez y su cuñado Jesús Ojeda, quienes fallecieron hace 5 años, sus familiares les llevaron hasta el panteón de Dolores a un grupo musical para que les interpretara las canciones que a ellos más les gustaba cuando vivían, tal es el caso del “Corrido de los Pérez”, “Ojazos Negros” y “Te vas ángel mío”, ésta última con la que su esposa, María Pérez Ojeda, recordó el momento en que se efectuaba el sepelio de su muy amado esposo, de quien dijo que “a pesar de que ya son cinco años de su deceso, para mí es sólo un suspiro, pero guardo la esperanza de que algún día volveremos a estar juntos”.

Zacarías Reyes manifestó que con cariño recuerda a su esposa que tiene un año y medio de haber fallecido. Con su rostro cubierto de lágrimas recordó los momentos más bonitos que pasó a su lado a lo largo de 43 años de matrimonio, un matrimonio que sólo la muerte pudo separar y del cual nacieron dos hijas.

María Bernarda Rivera acudió al panteón Jardín Amistad Eterna para recordar con cariño a su hijo que por azares del destino la muerte se lo arrebató hace diez años, cuando sólo contaba con 21 años de edad, es por ello que año con año acude a limpiar su sepultura en esta fecha tan especial, donde platica con él y con Dios sobre lo difícil que ha sido superar su pérdida.