Saltillo, Coah.- Su corazón no aguantó más y llevó a Rubén Iracheta de León, entrenador por más de 20 años, a practicar y enseñar el futbol americano en los emparrillados de Dios.

“La Chispa”, como se le conocía en el ámbito de las tacleadas, nunca dejó de ser una persona feliz, siempre con una sonrisa y dispuesto a dar un consejo a quien se lo pidiera, y es de esa manera en que es recordado, luego de que ayer falleciera.

Una pérdida irreparable, una noticia que de inmediato llenó la redes sociales de nostalgia y luto, porque nadie daba crédito a lo sucedido, pero la vida es así, los ciclos se cumplen, y para Rubén su tiempo de estar con el Creador se llegó, formando ahora parte de su staff.

Desde temprano llegaron mensajes de recuerdo de quién era él en vida, de su carisma por enseñar, por orientar a los pequeñines, pues por más de 20 años forjó jugadores en la AFAIS.

Muchos lo conocían por su carácter afable, por ser un hombre de bien y de esa manera es que muchos lo despidieron, esperando un descanso eterno, luego de tanta lucha en los campos de entrenamiento.

Desde hacía cuatro años comenzó a formar parte de los Lobos de la UAdeC y ahí también llenó a todos de sabiduría, tendiendo una mano a quien lo necesitaba, pero hoy ya no está, dejando un vacío muy grande que nada ni nadie podrá llenar.

Los restos de “La Chispa” son velados en la Capilla Renacimiento Resurrección, lugar en el que desde ayer por la tarde decenas de niños y jóvenes, en especial del Club Lobos, llegaron para darle el último adiós a ese amigo, a ese entrenador que está en el corazón de todos.