Excélsior | Reforma | México, DF.- El gobierno mexicano ha tenido acercamiento con representantes de la compañía Boeing para la compra de un avión que sustituya  al TP-01, actual nave presidencial, cuyo modelo es un 757 de la misma empresa estadounidense.

 Fuentes de la compañía cercanas a las negociaciones dieron a conocer que el modelo que más se acerca a las necesidades de las autoridades mexicanas es el modelo 787 Dreamliner.

Representantes de Boeing dijeron que el avión está disponible y puede ser entregado inmediatamente, ya que es uno de los primeros que construyó la compañía estadounidense para sus vuelos de prueba y certificación.

Dicha nave es semejante a la que la empresa trajo de muestra el pasado 8 de marzo al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), luego de anunciar que Aeroméxico les había comprado siete de estos aparatos para ser entregados entre 2012 y 2015.

Los involucrados en la negociación afirman que fue durante esa visita cuando personal de la Secretaría de la Defensa  Nacional (Sedena) y del Estado Mayor Presidencial (EMP) conocieron y analizaron el 787 Dreamliner por dentro y por fuera, y se dijeron convencidos que era lo que buscaban.
Las fuentes relatan que a dicha demostración acudieron mandos militares y funcionarios del Gobierno mexicano, todos vestidos de civil.

Personal de Boeing reveló a Excélsior que un acuerdo preliminar con las autoridades mexicanas fue establecer el precio final de la aeronave después de las elecciones presidenciales del 1 de julio, para hacer el posible anuncio entre octubre y noviembre (a pocos días de que termine la administración del presidente Felipe Calderón), siempre dependiendo de que la Secretaría de Hacienda dé su visto bueno.

El precio que se negocia para que el Gobierno mexicano adquiera el Dreamliner, según las fuentes consultadas, oscila entre 140 y 160 millones de dólares, a pesar de que el precio de catálogo de la aeronave es de 190 millones de dólares.

Asimismo, afirmaron que se habló del proceso legal y contractual para que ambas partes estén satisfechas con la adquisición de lo que se considera el avión más moderno en tecnología de Boeing.

Las fuentes consultadas dijeron tener la certeza de que la presencia internacional de México está creciendo, y que por la importancia mundial que ahora se tiene, se realizarán diversos viajes al extranjero. Agregaron que la actual flota presidencial no tiene la capacidad para volar por varias horas y largas
distancias.

Tras dialogar con las autoridades mexicanas, la empresa estima que en el corto plazo, el Gobierno mexicano necesitará transportar a más personal y más periodistas durante las visitas al extranjero, por lo que se requiere tener una aeronave más grande, que sea apta y que gaste menos combustible. Y eso, dijeron, sólo lo puede brindar el 787 Dreamliner.

Sedena ratifica plan de compra

La dependencia confirmó que busca una nave de alrededor de 120 millones de dólares para uso presidencial

La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) analiza la adquisición de una aeronave, nueva o usada, para el servicio del Presidente de México, toda vez que el actual avión presidencial TP-01 tiene más de dos décadas en funcionamiento y se tiene que garantizar la seguridad del Ejecutivo federal.

Elementos del Ejército mexicano confirmaron que la Sedena solicitó a la Secretaria de Hacienda y por petición de la Cámara de Diputados, la adquisición de una aeronave que garantice la seguridad del Ejecutivo federal y de los funcionarios públicos que lo acompañan en sus diversas giras de trabajo.

De acuerdo a los funcionarios de la Secretaría, se encuentra en fase de proyecto la adquisición de un nuevo avión que cuente con tecnología más moderna para eficientar la transportación aérea, por lo que se le solicitó a la Secretaría de Hacienda la aprobación de un presupuesto para que pueda adquirirse o arrendarse una aeronave, que brinde las condiciones necesarias para otorgar la seguridad del jefe supremo de las Fuerzas Armadas.

La petición de autorización para la adquisición de un nuevo avión de los llamados transatlánticos es de alrededor de 120 millones de dólares para pagar a través de fideicomisos o de financiamiento con instituciones de crédito a 20 años como parte de la renovación de la flota aérea del Ejército mexicano.

De acuerdo con los funcionarios públicos consultados, la adquisición de una nueva aeronave, ya sea nueva o usada o en situación de arrendamiento, se busca que cuente con equipamiento más moderno y de mayor seguridad, ya que al llevar a cabo cualquier transacción, ésta no se materializará sino hasta en 2015.

Cabe recordar que la Fuerza Aérea Mexicana y el Estado Mayor presidencial se encuentran renovando su flota aérea, la cual tiene más  25 años de antigüedad.

Cabe destacar que el día domingo la Secretaría de Hacienda y Crédito Público divulgó en su página de internet los proyectos de petición de egresos, la petición de la Secretaría de la Defensa Nacional para la adquisición o arrendamiento de una nueva aeronave para uso del Presidente de la República.

Cuestionan expertos proyecto

Sustituir el avión TP-01 donde viaja el Presidente de la República es necesario debido a sus más de 20 años de operación, pero no a un precio tan alto, consideraron dos generales de División retirados y el diputado Rogelio Cerda, presidente de la Comisión de Defensa Nacional de la Cámara de Diputados.

La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) proyecta gastar 9 mil 840 millones de pesos en la compra y mantenimiento de un avión nuevo para vuelos trasatlánticos del Jefe del Ejecutivo. Con menos de la mitad de ese dinero es posible comprar Air Force One, el avión presidencial de Estados Unidos, valuado en 325 millones de dólares.

El gasto que la Sedena proyecta para adquirir un nuevo avión es excesivo, además de que las actuales aeronaves aún están vigentes, consideraron pilotos.

“Las cifras que manejan de 700 millones de dólares estoy casi seguro que hay un mal entendido que podría ser de un cero, porque el avión no cuesta ese dinero ni de chiste, vale muchísimo menos. Ese valor pues se me hace exagerado, yo creo que debe andar en los 125 millones de dólares y el mantenimiento se paga igual para cualquier avión, es igual de costoso”, comentó Heriberto Salazar, director técnico de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA).