Cd. Acuña
Publicado el martes, 3 de noviembre del 2009 a las 14:00
Acuña, Coah.- En un ambiente de festividad y con los sentimientos a flor de piel, aunados a las emociones encontradas, cientos de acuñenses acudieron hasta los panteones municipales a recordar a los seres queridos que han fallecido y cuyos restos se encuentran reposando en estos camposantos.
La venta de flores naturales y artificiales, además de las personas que ofrecen sus servicios para arreglar las tumbas de los familiares, estuvieron a la orden del día para todos los paseantes que desde temprana hora se hicieron presentes en las tumbas de sus familiares para darles una mejor vista y colocar la ofrenda floral en su memoria.
Un sinfín de emociones variadas enmarcaron esta tradicional festividad que año con año recuerda las personas que han dejando esta vida y se han ido al más allá; hubo risas, llanto, recuerdos y melancolías al compás de la música que mucha gente llevó hasta la tumba de su familiar como una manera de recordarlo y darle alegría al día.
Tal es el caso de la familia Morado López, quien desde hace más de 25 años acude sin faltar a la tumba del patriarca de la familia, Arturo Morado Pérez, para arreglar la última morada del padre de 8 hijos quienes durante el transcurso de todo el día se han presentado ante el sepulcro de su padre para honrar su memoria y colocarle ofrendas florales.
Un sentimiento afloró de los hijos mayores cuando la música del conjunto norteño interpretó los primeros acordes de una querida canción favorita de su padre, y es que “recordar estas canciones hace que las lágrimas afloren”, sin embargo también fue una ocasión especial, pues se logró reunir a los hermanos y familia descendiente y recordar las enseñanzas del padre.
A pesar de los precios de las flores y la falta de trabajo, todos los años es preciso traer una ofrenda floral o al menos un ramo de flores para que esta costumbre familiar no se pierda y vaya arraigándose en los nietos que van creciendo y muchos de ellos no conocieron siquiera al abuelo, pero el recuerdo y las memorias que se cuentan alrededor de la tumba los hace imaginarlo, tal y si estuviera aún con ellos.
Levantar la tierra, dar una remozada a la pintura de la lápida, barrer alrededor de la tumba y colocar una nueva cruz de madera, además de adornar con flores, fueron de las actividades que esta familia al igual que cientos de acuñenses realizaron este “Día de Muertos” para honrar la memoria de los fieles difuntos con la espera de encontrarse algún día nuevamente y estar unidos para la eternidad.
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