Ciudad del Vaticano.- El papa Francisco ha reforzado las reglas para designar a una persona como santo en la Iglesia Católica. Los cambios se aplican a la forma como las sanaciones pueden ser aprobados como milagros por médicos, según anunció en un comunicado el Vaticano.

Ahora se requiere que seis expertos aprueben el milagro y que dos tercios de ellos estén de acuerdo que la sanación no tiene explicación natural o científica.

Antes, sólo se necesitaba una mayoría simple.

Esta nueva regulación también establece que un caso no se puede examinar más de tres veces, según el secretario de Estado, Pietro Parolin.

¿Qué tan difícil es llegar a ser santo?

Una persona no puede convertirse en santa sólo con el tronar de dedos del papa. Hay un minucioso proceso —descrito en la “Nueva ley para la Causa de los Santos” del Vaticano— que determina si un candidato merece el honor de ser reconocido como santo. Este proceso puede tomar varias décadas.

Venerable

Primero, un funcionario de la Iglesia local examina las buenas obras del candidato, su vida y la evidencia de su santidad y sus virtudes. Si descubren material suficiente, envían el caso al Vaticano.

Un grupo de cardenales y teólogos de la Congregación de las Causas de los Santos escrutan el caso.

Si la Congregación lo aprueba, el caso pasa a manos del papa, quien decidirá si el candidato es “venerable”, es decir, si ha vivido con heroicidad las virtudes.

Beatificación

El siguiente paso es la beatificación, el reconocimiento de que el individuo está en el cielo. Este estatus es dado cuando uno de los milagros atribuidos al candidato es verificado póstumamente.

El milagro debe estar asociado a la intercesión del candidato.

Los milagros, sin embargo, también son escrutados y son considerados como tal solo si no tienen una explicación lógica médica. Aquí fue donde Francisco reforzó las reglas

El candidato es canonizado y será santo una vez se verifica un segundo milagro.

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