Saltillo, Coah.- La lavandería es el rincón donde se inspira para sus creaciones; la sala, cocina, y dormitorio, son sus mejores lugares para exponer las pinturas que a sus 67 años ha creado como todo un artista de los más grandes de la ciudad, pero a pesar de la calidad que tiene en sus manos, no encuentra un lugar dónde poner a la vista de todos sus mayores creaciones.

Ésta es la situación que vive Jaime Regalado Ortega, un artista local pensionado, para quien la edad no fue obstáculo para comenzar a crear arte en pintura, mismas que a pesar de su calidad, las tiene guardadas en un rincón de su domicilio, al no tener un lugar para exponer.

“Hace poco comencé a pintar, era maestro de la Escuela de Artes Plásticas en Diseño Gráfico; como a los 18 empecé a dibujar, fui aprendiz en agencias de publicidad de Monterrey, y me jubilé, pero lo de la pintura no es desde hace mucho tiempo”, dijo Jaime Regalado.

Utiliza como mesa de trabajo la lavadora, lugar donde comienza con las pinceladas hasta terminar su obra al 100%, por lo que ahora tiene una colección de más de 20 obras de arte que van desde paisajes hasta arte abstracto.

“No soy pintor, fui dibujante, pero mi chamba fue el diseño gráfico, venía de Estados Unidos y llegué al Grupo Industrial Saltillo, y hacía los logotipos, las etiquetas, pero de ilustración, para nada”, manifestó el autor.

Comenta que aprendió a poner mascarillas pegadas, plantillas sobre las cuales pinta y se hace la creación para culminar con la obra de arte: “Yo nada más fondeo de blanco y le pego la cartulina, ya una vez que está pegada la cartulina empiezo a ‘darle’, obviamente que tengo un razonamiento de lo que quiero que salga”.

Hasta la fecha ha entendido que la carrera de un artista es mucho más difícil de lo que piensan cuando son estudiantes, ya que el arte no es reconocido en esta ciudad y las obras pierden valor económico ya que los compradores no tienen la menor idea del valor de una pintura.

“Aquí no saben cuánto cuesta una obra, les dices el precio y se asustan, pero es porque no tienen ni la menor idea del valor de la pintura; los estudiantes salen y empiezan a trabajar, pero venden sus obras muy caras, y por eso no venden”, comentó el ilustrador.

Pero a pesar de su gran talento no ha corrido con la suerte de que le ofrezcan algún espacio para colocar sus obras y darlas a conocer al público en general, por lo que espera que a través de este medio surja algún ofrecimiento para cumplir con este sueño.

“Tengo 67 años, he hecho muchas cosas, ya estoy pensionado, lo único que me falta es exponer mis trabajos y ya me puedo morir a gusto, es lo único que me falta por hacer, con eso estaría muy feliz de poder realizarlo”, manifestó Jaime Regalado.