México.- Se necesita mucho más que buen futbol. La de hoy, en el siempre hostil estadio Cuscatlán, es una misión sólo para valientes.

La segunda parada del Tricolor, en su camino rumbo al Mundial Brasil 2014, es en El Salvador. Ninguna tan inhóspita, con una marabunta azul dispuesta a ir al límite en pos de apoyar a La Selecta.

Rafael Márquez lo sabe. El capitán de la Selección Mexicana reconoce la presencia de un adversario extra en duelos como el de esta noche: el entorno.

Honesto, El Káiser de Michoacán considera que las visitas a ese inmueble se dificultan mucho “por el ambiente”, más allá de la habitual entrega de los contrincantes.

“El que ha ido y visto cómo se vive intensamente un partido que México juega ahí… Pues es lo que quizá presiona más, lo que más te impresiona”, admite. “También el estado de la cancha, a veces influye mucho, y desde luego, que cuando estás con tu gente, en tu estadio, en tu país, con todo ese apoyo, los equipos suelen crecerse aún más”.

Partido que no dura 90 minutos, porque suele iniciar desde que los futbolistas mexicanos pisan territorio salvadoreño.

Presión intensa dentro y fuera de la cancha. El objetivo es sacar la mayor ventaja posible.

Les ha dado resultados. Dos de los cuatro reveses que el Tricolor ha sufrido ante El Salvador fueron en el Cuscatlán, sobre cuyo césped sólo ganó una vez (0-1, el 8 de junio de 1997). De aquel combinado, Duilio Davino, Pável Pardo y Cuauhtémoc Blanco siguen activos.

El hombre que actualmente porta el gafete nacional asegura que “todas [las visitas en la Concacaf] son complicadas, aunque ésta tiene sus situaciones”.

“Puede ser que siempre nos cueste más trabajo cuando salimos de casa, pero el reto y la idea del equipo es mantener esa mentalidad [ganadora]”, sentencia.

Respaldada por el talento de un grupo que se ha propuesto derribar murallas, como la del sufrimiento en San Salvador.

Márquez se ilusiona con el futuro de la Selección Mexicana e imponerse en el Cuscatlán sería otra muestra de ese progreso que él palpa desde hace varios años y se ha acentuado bajo las órdenes de José Manuel de la Torre.

“Quizá [ahora] tenemos más gente de experiencia, quienes están jugando en Europa”, valora. “También gente joven, con mucho talento… Hambre”.

“El cuerpo técnico es diferente, al que están dejando trabajar desde hace ya tiempo y que está buscando tratar de hacer historia, al igual que todos los jugadores”, agrega.

Deberán mostrar valentía, porque la misión de esta noche requiere algo más que futbol.