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Trabaja aunque no puede ver

Por Rodrigo Flores

Publicado el viernes, 16 de abril del 2010 a las 14:00


Perdió la vista hace seis años; vive de vender los trapeadores que fabrica a mano

Saltillo, Coah.- Sus 68 años no son impedimento para seguir trabajando ni mucho menos su discapacidad para ver. Don Polo es un hombre que hace 5 años perdió la vista tras una mala operación, la cual cambió su vida por completo y que lo ha hecho mucho más fuerte a pesar de dicha pérdida.

Es una persona como cualquier otra, vive en la colonia Guayulera, todos los días se levanta de su cama, se encomienda a Dios, y sale a recorrer la ciudad para tratar de vender trapeadores, los cuales fabrica con sus propias manos a pesar de que quedó ciego hace seis años.

Comenta que cuando perdió la vista fueron momentos difíciles, ya que en esa época trabajaba como repartidor de periódico, y sus jefes al saber que había perdido la vista le dieron la espalda, por lo que decidió salir adelante por sus propios medios.

A pesar de que no tiene otro ingreso por parte de su familia, él no flaquea y sigue adelante, carga sus 20 trapeadores y sube al camión para dirigirse a cualquier colonia, a donde el destino le depare, y donde la gente voltea a verlo con admiración, ya que a pesar de su discapacidad, camina y no se detiene.

Ayudado de un palo que utiliza como bastón y el cual amarra a su mano derecha para no perderlo, se echa al hombro izquierdo la carga que pretende vender en el día. Son las 11:00 horas, tiene dos horas trabajando y no ha vendido nada, sólo se le escucha gritar y pedir disculpas a quienes golpea con su “bastón”, pero no se detiene, sigue su curso.

“Lleve el trapeador oiga, no le vaya a pegar, lleve el trapeador”, es el grito que inunda y conmueve a los transeúntes de la Zona Centro, que en esta ocasión fueron testigos del gran ejemplo de vida que es Polo Camacho.

Por fin, un consumidor se acerca a él y hace la primera compra, con una sonrisa, don Polo cobra los 20 pesos del costo mientras que de manera discreta, toca las monedas para contar con su mente si el comprador le dio el dinero correcto.

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