Sylvia Georgina Estrada | Saltillo, Coah.- La historia regional es una veta que poco se explora, incluso hay personajes que a pesar de su contribución a la construcción del México moderno son dejados de lado por sus ideas o acciones. Este es el caso de Saturnino Cedillo, revolucionario que encabezó el levantamiento armado contra el gobierno de Lázaro Cárdenas.

Carlos Martínez Asaad coordinó la publicación “El Camino de la Rebelión del General Saturnino Cedillo”, un texto en el que participaron Friedrich Katz, Dudley Ankerson, Romana Falcón y Rebeca Monroy Nasr.

Ganador de la Presea Vito Alessio Robles al Mérito Histórico 2005, el investigador se ha dedicado a la historia regional. “Le he dado un peso muy fuerte a la Historia como aconteció desde las regiones de México, en general hay siempre un enfoque que privilegia lo que es considerado importante para el centro político del país y no considera los fenómenos que acontecen en las regiones, y finalmente esos acontecimientos le dan sentido a una historia nacional”.

Además del estudio de movimientos políticos y sociales regionales, el autor también investiga a personajes con ese enfoque, como es el caso de Tomás Garrido de Tabasco, Juan Alberto Tejeda de Veracruz y Saturnino Cedillo de San Luis Potosí.

“Cedillo es un personaje con raigambre regional que pudo impactar el acontecer nacional en diferentes aspectos, primero apoyando a Francisco I. Madero, después como muchos revolucionarios erró un poco al apoyar a Pascual Orozco y sin embargo no era tanto un error, porque Orozco había sido el estratega número uno de la batalla de Ciudad Juárez en mayo de 1911 y probablemente uno de los primeros que se levantó al llamado de Francisco I. Madero”, dice el académico.

Después de apoyar a Álvaro Obregón y a Plutarco Elías Calles en la lucha contra los cristeros de la región —incluso derrotó al jefe del ejército cristero, el general Enrique Gorostieta—, se une al grupo que se encuentra tras la candidatura de Lázaro Cárdenas a la Presidencia de la República.

Las diferentes concepciones del reparto agrario que tienen Cárdenas y Cedillo van a mellar su relación, de tal suerte que el potosino pasa de secretario de Agricultura a rebelde armado.

“Cedillo tiene otra idea de lo que deberían de ser los repartos agrarios, más vinculado a las colonias agrícolas como lo habían hecho Francisco Villa en Chihuahua y los hermanos Carrera Torres en Tamaulipas y eso es lo que va a hacer en San Luis Potosí, los repartos van a ser en forma de colonias agrícolas militares… En muchos sentidos un modelo cercano al zapatismo, de hecho para los campesinos potosinos Cedillo es un personaje homónimo a Zapata”, apunta el investigador.

Legado que sigue

A pesar de que “el rebelde nacional” fue vencido y muerto por las fuerzas cardenistas, su legado permanece en su tierra natal. “La popularidad de Saturnino Cedillo en San Luis Potosí es muy fuerte, los campesinos mantienen una relación muy afectiva con su recuerdo y esto ha provocado que el gobierno tenga incluso que considerar el día de su asesinato, que aconteció en enero de 1939. Ahora todos los 12 de enero se reúnen no sólo los simpatizantes de Cedillo, sino las mismas autoridades que han reconocido lo que fue este personaje”.

El historiador señala que los colaboradores del libro están de acuerdo en un punto clave: “Creemos que no se ha contado la otra historia y esto es un avance de la historia que no se conoce”.

“Insistí en que debían publicarse algunos archivos y varias fotos inéditas que nos permiten tener una secuencia narrativa visual de lo que fue esa rebelión y ese proceso con el que culmina la vida del general Cedillo”, finaliza el investigador.

La trayectoria de Saturnino Cedillo continúa apoyando a Álvaro Obregón con el Plan de Agua Prieta en 1920, después combate la rebelión de Adolfo de la Huerta, que es una rebelión de grupo hegemónico de Obregón y Calles, va a apoyar a este último al ir a combatir alos cristeros a la región de los altos y es Saturnino Cedillo quien derrota al jefe del ejército cristero, al general Enrique Gorostieta y después en 1929 apoyara de nuevo a las instituciones o al gobierno instituido después de la Revolución Mexicana, al ir a combatir la rebelión de Mancio y Escobar, que por cierto inicia en Saltillo la revuelta. El asunto es que después va a apoyar la candidatura de Cárdenas a la presidencia de la República y ese apoyo va a ser de gran peso para el general Cárdenas,