Ciudad de México.- Existen canciones que te ponen de buenas al primer segundo que las escuchas; pues bien, la ciencia ha revelado las razones por las que nuestra música favorita tiene un efecto alucinógeno, tal como el LSD (Dietilamida de ácido lisérgico).

Investigadores liderados por Katrin Preller, de la Universidad de Zurich, en Suiza, revelaron que las canciones que nos encantan, activan en el cerebro los mismos receptores asociados a las sustancias alucinógenas. El descubrimiento podría ayudar a poner a punto nuevos tratamientos para enfermedades psiquiátricas o fobias, que provocan anomalías en el significado que se otorga a las cosas.

“Ahora sabemos cuáles regiones del cerebro y cuáles receptores están involucrados cuando percibimos nuestro ambiente como significativo”, observó Preller.

El estudio consistió en suministrarle LSD a un grupo de voluntarios con la finalidad de ver cómo esta droga influencia el modo en que se percibe el ambiente y se atribuye un significado a las cosas, y luego un fármaco llamado ketanserina que bloqueó la capacidad del alucinógeno para actuar sobre los receptores de la hormona del buen humor, es decir, la serotonina. Mientras que al otro grupo se les suministró un placebo.

A los participantes se les pidió que escucharan algunas canciones y se descubrió que algunas piezas que anteriormente no tenían significado para los participantes, asumieron uno bajo el efecto del LSD. Sin embargo, este disminuyó cuando tomaron el segundo fármaco (ketanserina). Esto, además, canceló los efectos psicodélicos conocidos del LSD sobre el estado de conciencia, el humor y la ansiedad.

Gracias a las imágenes obtenidas con una resonancia magnética, se reveló que el mecanismo que involucran las estructuras de la línea media del cerebro, son las mismas que se activan en la experiencia unida al significado que una persona se da a sí misma.