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Turismo médico en Coahuila, mercado anestesiado

Por Ruta Libre

Publicado el lunes, 28 de agosto del 2017 a las 16:15


La posición geográfica del estado lo convierte en una opción ideal para pacientes estadunidenses

Por: Ana Luisa Casas

Saltillo, Coah.- Charlie es un estadunidense que este año vino dos veces a México como turista. Aquí pasó parte de sus vacaciones. Visitó Piedras Negras, recorrió la Plaza de las Culturas, la Macro Plaza y algunos templos antiguos, pero los principales sitios en donde estuvo fueron consultorios médicos.

Acudió a exámenes de la vista y limpiezas, lo que lo vuelve parte de las 7 millones de personas en el mundo que viajan al extranjero buscando algún servicio de salud durante vacaciones.

Este fenómeno conocido como turismo médico tiene como objetivo encontrar tarifas en servicios médicos más bajas que en sus países de origen, principalmente en procedimientos de cirugía plástica, estética y reconstructiva, así como tratamientos oftalmológicos, odontológicos y de bariatría.

Aunque las entidades fronterizas con Estados Unidos se consideran un destino de turismo hospitalario al ofrecer una amplia gama de procedimientos clínicos a bajo costo, en Coahuila sólo algunos de sus municipios lo aprovechan.

A pocos metros de cruzar la frontera a través del Puente Internacional de Piedras Negras, anuncios que ofrecen descuentos y promociones en tratamientos de ortodoncia, exámenes de la vista y anteojos tapizan gran parte de los espectaculares y espacios publicitarios, sin mencionar el bufete de consultorios que rodean la Gran Plaza de esta ciudad.

Los visitantes admiran los escaparates como si fueran tiendas de ropa; aprovechan para someterse a desparasitaciones, pruebas de laboratorio, visitas al nutriólogo o sicólogo. Es la frontera médica.

Esta zona concentra la mayor parte de las clínicas del municipio, pues sus principales consumidores son estadunidenses, quienes buscan, además de ahorros en tratamientos, servicios no disponibles en su país, factores que Piedras Negras ofrece, afirma Adalberto Peña de los Santos, jefe de Jurisdicción Sanitaria Número 1.


La Farmacia y Hospital México cuenta con alta especialidad, con lo cual compite en el clúster de turismo de salud.

Viajar por la salud

Durante el periodo vacacional que acaba de concluir, Charlie, quien vive en San Antonio, Texas, regresó a la Clínica y Farmacia México de Piedras Negras para la reconstrucción de su mano izquierda, luego de que un hacha le amputara dos dedos en un accidente dentro de su hogar.

La falta de seguridad social que aqueja a 15.6% de los estadunidenses, según la encuesta elaborada por la firma Gallup, y los altos costos de los nosocomios privados de su país, los obligan a viajar por carretera hasta México, como Charlie, quien conduce poco menos de tres horas.

Después de la operación reconstructiva, el cirujano plástico revisará mensualmente su mano hasta que recobre el movimiento y le sean retirados los puntos de la sutura que restauró sus dedos meñique y anular.

Aunque se muestra tranquilo durante su consulta, Charlie confiesa que por un momento se resignó a creer que la apariencia de su mano no mejoraría; pensaba en lo imposible que es cubrir el costo del tratamiento en un hospital privado de San Antonio.


Los hospitales privados en Piedras Negras ofrecen una amplia gama de tratamientos.

El costo de su viaje y lo de la cirugía reconstructiva no se compara con la cantidad que hubiera desembolsado en su ciudad natal. Allá habría gastado casi 7 mil dólares (alrededor de 120 mil pesos), mientras que en Piedras Negras la suma de los servicios para recuperarse fue de 6 mil pesos.

Esta clínica, ubicada en el cruce de las calles Terán y Morelos, cuenta con más de 40 consultorios, área de urgencias, laboratorio clínico, centro de imagen diagnóstica, farmacia, quirófanos y hospital, y cuyo personal de alta especialidad posee reconocimiento internacional, lo que la convierte en una importante opción en materia de salud.

Sus corredores de recepción lucen repletos de personas con equipaje, mapas de la ciudad, bermudas y lentes de sol. Alrededor del edificio hay imágenes enormes de ultrasonidos o bebés en gestación que sustituyen los señalamientos de tránsito como parte de sus campañas publicitarias.

“El turista de la cama 114 ya está preparado para ingresar a quirófano”, indican una y otra vez las enfermeras a los cirujanos.

Gabriela Garza, enfermera del hospital, asegura que el trato a los turistas es de esencial importancia. Permanecen con los pacientes durante sus intervenciones, se preocupan en el curso de recuperación y sonríen de satisfacción cuando ven restablecidos a los pacientes-turistas.

Para estos viajeros, una cirugía o tratamiento que los haga lucir físicamente perfectos es igual de emocionante que realizar algún deporte extremo.

Mientras cientos de coahuilenses cruzan la frontera para gastar sus ahorros en ropa y electrodomésticos cada año durante el Viernes Negro, los estadunidenses que visitan la frontera de Coahuila prefieren invertir en su salud.

Luis Antonio Valdés Villarreal, el cirujano plástico que atendió a Charlie, señala que además de recibir pacientes para cirugías estéticas, entre las que destacan aumento de mamas y rinoplastia, el desamparo de seguridad social norteamericana coloca a las cirugías reconstructivas en un lugar importante dentro de los servicios que brindan, pues acuden de manera urgente para atenderse quemaduras, amputaciones y tumores de piel.


Luis Antonio Valdés, cirujano plástico.

“También acuden mexicanos con residencia en el extranjero, pues la adquisición de un seguro de gastos médicos cuenta con una serie de restricciones y burocracia que no les permite obtener un cuidado hospitalario con facilidad, por lo que la derrama económica de su seguridad social se encuentra en México, aunque vivan del otro lado del río”, expresó Valdés Villarreal.

Esta ciudad, denominada en la publicidad gubernamental como la Frontera Fuerte de México, cuenta con seis clínicas para la realización de estos procedimientos, además de una cantidad innumerable de establecimientos que ofrecen servicios médicos ambulatorios, donde 40% de las atenciones brindadas es a extranjeros, cifra que aumenta hasta 80% si se trata de una clínica o si atiende algún especialista de renombre.

Guillermo Álvarez Valdés, especialista en cirugía de obesidad, atiende en Piedras Negras entre 40 y 60 estadunidenses al mes que desean reducir su peso por medio de una cirugía bariátrica, bypass, manga y banda gástrica, cirugías que mejoran la digestión, descartan la grasa y limitan la cantidad de alimento.

La mayoría de sus pacientes son mujeres de entre 35 y 45 años con problemas de sobrepeso, trastornos de obesidad y diabetes, quienes ocupan hasta medio año cruzando intermitentemente la frontera para ser atendidas, dejando una importante derrama económica.

De acuerdo con Patients Beyond Borders, el país atrae a más de un millón de pacientes extranjeros al año, muchos de los cuales son de origen hispano, principalmente de los estados de California, Arizona y Texas.

En 2016, el turismo médico aumentó su derrama económica 5.2% más que en 2015, dejando en territorio mexicano 4 mil 798 millones de dólares. Se espera que este 2017 crezca 6% y llegue a los 6 mil millones de dólares, según Euromonitor.

Esta derrama no sólo corresponde al sector salud en hospitalización, ambulancias, medicamentos y procedimientos, sino a la inversión que realizan los huéspedes durante su estancia en hoteles, restaurantes y transporte, entre otros servicios.

Un estudio de ProMéxico estima que el crecimiento del sector en los últimos años se debe a cuatro causas: costos competitivos, ubicación geográfica, capital humano especializado e infraestructura, mismas que destacan en los estados de la frontera norte, pero sobre todo en Jalisco, Guanajuato y Veracruz, así como las entidades de la península de Yucatán, oficialmente acreditados como destinos de turismo médico en México desde hace un par de años.

Aunque cientos de norteamericanos viajan a territorio coahuilense desde Dallas, Houston, San Antonio, y desde Canadá por atención médica, Coahuila es el único estado fronterizo que se excluye de ser un clúster del turismo médico, pues el impulso necesario para la explotación de esta industria aún se encuentra en sala de espera.

Sala de espera

Para que Coahuila sea considerado uno de los clústers de turismo médico o como destino de turismo a nivel mundial, expresa Adalberto Peña de los Santos, aún falta mucho por hacer, pero sobre todo interés de diferentes actores.

Señala que todo depende de los esfuerzos de las instituciones de Salud, Economía, Turismo y Transporte, aunando a la participación de la industria privada, cámaras de comercio, restauranteras y hotelera para unirse en organizaciones que impulsen la industria del turismo hospitalario en el estado.

Uno de los factores más importantes, considera, es la accesibilidad para trasladarse hasta territorio coahuilense, pues aunque Piedras Negras ya cuenta con un sistema de transporte aéreo, no tiene vuelos hacia puntos clave como Dallas y Houston, ciudades con vastas conexiones aeroportuarias.


La Clínica y Farmacia México es una de las opciones que Piedras Negras ofrece cerca de la frontera.

“Será un reto para la siguiente Administración impulsar esta industria, exigir a los hospitales estar certificados, cumplir los reglamentos, pisar los callos para que se apliquen las normas oficiales en sus procedimientos, fomentar la educación médica continúa y acceso a los empresarios para crecer; promover las clínicas y también para que los médicos de otros lugares encuentren en Coahuila un sitio para vivir”, expresa.

Médicos, cirujanos y especialistas en diferentes ramas coinciden en que la seguridad en el estado y sus carreteras es uno de los principales factores para que la afluencia de pacientes aumente o disminuya, pues durante 2012 la afluencia de visitantes se frenó debido a la inseguridad por la presencia del crimen organizado, aunado a la propagación del virus de la influenza AH1N1 en su temporada de alerta más fuerte.

“Me parece que es una falta de visión en médicos y empresarios, somos pocos los que tratamos de impulsar el turismo médico, las clínicas poco a poco voltean a ver este tema en el estado”, expresó José Luis Paz Zablah, especialista en cirugía metabólica y de la obesidad.

Señala que mientras tanto lugares como Cancún o Ciudad Juárez realizan eventos para convocar a todo el sector empresarial de hoteles y restaurantes para acordar convenios que procuren la estancia de los pacientes durante un periodo más largo en su ciudad.

Asegura que además de ser un reto para la iniciativa privada, también exige la aportación de las autoridades estatales de Salud, ofreciendo cursos o becas a los médicos que deseen seguir preparándose.


José Luis Paz Zablah, especialista en cirugía metabólica.

Explica que son muy pocos médicos coahuilenses que cumplen las normativas de llevar procesos multidisciplinarios a la hora de iniciar una cirugía, lo mismo con la regulación donde llevan a cabo las operaciones. Recrimina que en convocatorias los especialistas locales que acuden son pocos.

“Es decepcionante saber que realizan algún congreso para impulsar el turismo médico aquí o en otros estados y no acudan médicos de Coahuila e ignoren esta importante oportunidad de generar más empleos al especializarse”, comenta.

Por su parte, el cirujano plástico Luis Antonio Valdés Villarreal considera que un reto aún más grande es eliminar el prejuicio que subestima a México como país en vías de desarrollo, pues ni el más grande esfuerzo, inversión hospitalaria y oferta de especialistas capacitados podría atraer a más pacientes norteamericanos si permanece ese estereotipo ante los ojos del mundo.

“Necesitamos campañas de alto impacto en la frontera para que los estadunidenses se den cuenta del equipo con el que contamos en las clínicas, las instalaciones, los servicios y costos, además de resaltar los sitios turísticos a los que pueden acudir, que sepan que Coahuila no sólo es un desierto”, expresó el cirujano.

Valdés Villarreal explicó que en miras del crecimiento hospitalario, posiblemente no sólo se viaje al estado por procedimientos estéticos, sino para atención de padecimientos como cáncer, diabetes y tratamientos de reproducción asistida.

Lamentablemente sólo hay información incompleta de las clínicas y hoteles de la frontera coahuilense en revistas publicitarias distribuidas en el sur de Texas. A eso se le suma que también hay información a medias sobre los servicios hospitalarios en Coahuila mediante páginas municipales de turismo y pequeños seminarios sobre el impulso para esta industria. Incluso los quioscos de información turística en general se encuentran vacíos.

Regulación a medias

Otro de los nichos desaprovechados en Coahuila es el de las cirugías estéticas, en parte porque aún falta por regular en materia legal aspectos que involucran su funcionamiento, y por otro lado están los vivales que trabajan sin ética, lo que mantiene esta posibilidad prácticamente anestesiada.

Actualmente, la proliferación de clínicas de medicina estética en el estado y médicos generales que se ostentan como especialistas respaldados por una maestría o diplomado, mantienen en alerta a la Comisión Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios, misma que ya suspendió dos clínicas por no contar con la documentación correspondiente para su funcionamiento.

La multiplicación de médicos o cirujanos generales que realizan procedimientos en medicina estética como peeling, dermaroller, hilos tensores o rellenos faciales, va en aumento, afirmó Sofía Gil Rodríguez, subcomisionado jurídico de la Comisión Coahuilense de Conciliación y Arbitraje Médico, pues más de una universidad privada emite cursos en línea durante un año, donde la práctica se reduce al 20% de la enseñanza que ofrecen estos cursos, por lo que la Suprema Corte de Justicia de la Nación y las comisiones de Arbitraje Médico a nivel nacional se encuentran en debate para atender de manera inmediata las prácticas de médicos generales en procedimientos exclusivos de un cirujano plástico.

Sofía Gil Rodríguez señaló que hasta el momento se han emitido 21 atenciones en materia de cirugía plástica, estética y reconstructiva por inconformidad de resultados durante este año, de las cuales dos se turnaron a procedimiento arbitral hasta el momento.

Xiomara Hernández, encargada de la Subdirección de Regulación de Servicios de Salud, reconoció que la inspección para este tipo de establecimientos sólo se realiza una vez al año ante su alta colocación en el mercado, y hasta el momento, sólo se han efectuado 20 verificaciones en materia de clínicas de cirugía plástica y reconstructiva.

“Mientras ellos no vengan, no sabemos de su existencia, mucho menos de que ya están en marcha, a menos que recibamos una queja”, expresó la funcionaria de salud, pues para la instalación de un consultorio basta acudir por un aviso de funcionamiento en Secretaría de Salud.

Pese a que las normas oficiales para llevar a cabo una operación estética pueden postergar el procedimiento por meses, para que el paciente sea atendido por un equipo multidisciplinario de sicólogos, nutriólogos y cardiólogos, hasta determinar al paciente como un candidato idóneo para la cirugía, en Coahuila algunos procedimientos se realizan sólo bajo análisis de salud previos y un monto de entre 40 y 60 mil pesos en la cuenta bancaria del médico.


Actualmente Coahuila cuenta con 20 clínicas de cirugía plástica registradas, 45 spas y 37 cirujanos plásticos, según información de la Secretaría de Salud.

Además, en Coahuila uno de los principales documentos que algunos cirujanos solicitan firmar a sus pacientes es el permiso para utilizar las fotografías que muestren el resultado de su trabajo para publicitarse.

Incluso algunas de las cirugías estéticas se llevan a cabo en seguridad social disfrazadas de operaciones indispensables para el bienestar del paciente, pues es posible aplicar un seguro de gastos médicos en estos casos y no en una cirugía plástica.

Tal es el caso de Julia, una coahuilense que al inicio deseaba retirarse una bolita de grasa acumulada (lipoma) en su espalda baja, y que era posible desaparecer con medicamento y dietas balanceadas, sin embargo, su médico le dio la opción de realizarse una liposucción para eliminar toda la grasa posible de su abdomen y espalda, con la posibilidad de cubrir la operación con su seguro de gastos médicos, enmascarando el diagnóstico bajo el lipoma. Julia aceptó.

Previo a la cirugía, sólo se realizaron algunos análisis de laboratorio, el proceso legal de cobertura médica y la firma de los documentos, en los que, recuerda, el médico destacó su autorización para fotografiar el antes y el después de la operación para publicitarse –una práctica común entre los cirujanos plásticos en Coahuila–, y le ofreció por 15 mil pesos más trasladar esa grasa a sus glúteos.

Lo anterior prueba que algunas de las cirugías estéticas se llevan a cabo en seguridad social disfrazadas de operaciones indispensables para el bienestar del paciente, pues es posible aplicar un seguro de gastos médicos en estos casos y no en una cirugía plástica.

Por ello, esfuerzos aislados, nulos o deficientes por incentivar el turismo médico en el estado, aunado a la poca regulación que actualmente reciben estos centros de procedimientos médicos, mantendrán a Coahuila en un clúster regional o destino de turismo médico a medias.

Mientras que cientos de coahuilenses atraviesan la frontera para enriquecer el país vecino, Coahuila desaprovecha un mercado de esta magnitud, el cual aportaría ingresos millonarios al estado, además de generar empleos para profesionales de la salud, administración y mantenimiento, pero también de otros ramos como el hotelero, restaurantero o de servicios.

Es evidente que los esfuerzos permanecen aislados y que no hay rasgo de un intento por parte de las autoridades o la iniciativa privada para potencializar ese clúster en el estado. Un turismo médico que continúa en sala de espera, cuando ya debía estar por lo menos en la incubadora.


A pesar de la oferta en turismo médico, Piedras Negras está muy por debajo de otras entidades fronterizas.

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