Internacional
Por Agencias
Publicado el viernes, 13 de mayo del 2016 a las 17:45
Estados Unidos.- La acosó durante clases de consulta. Le preguntaba por la relación con su novio y hasta le daba consejos. Hasta que la sedujo. Hoy enfrenta una condena por un crimen de hace 10 años
“Has despertado a la bestia”. “Me haces libidinoso”. Gary Caldwell, profesor de secundaria, creía que su pluma era magistral. Esas frases eran parte de los poemas y cartas de amor que le escribía a una de sus alumnas con quien matuvo un romance secreto durante más de un año hace más de una década. En aquel entonces el docente tenía 35 años. Hoy cuenta 51 y tendrá que afrontar 21 meses de prisión.
Es que 16 años después de haber mantenido una relación secreta y prohibida con su alumna, Caldwell pretendió retomar el vínculo mediante Facebook. Al ver su requerimiento de amistad en esa red social, la mujer entró en pánico y se dirigió a la policía para denunciarlo.
Durante 20 años Caldwell fue docente en la escuela secundaria católica St Gregory de Warrington, Cheshire, en el Reino Unido. Al conocerse la denuncia fue apartado de su cargo de inmediato.
Todo comenzó en 2000. Entre las clases, la víctima atendía lecciones que Caldwell le daba en la soledad de las aulas. Durante esos encuentros, el profesor inició conversaciones de tono “sexual”, según registró la corte que lo juzgó. Incluso, en esas charlas, le preguntaba a la joven adolescente sobre su novio y las cosas que hacía con él. “Lo mejor que puedes hacerle a un muchacho es sexo oral”, le aconsejaba. Más adelante, se atrevió a pedirle que llevara tacones altos a las aulas para satisfacer un fetiche particular.
Los fiscales explicaron que con el tiempo él la empujó a tocar sus partes íntimas en la clase, al tiempo que le aclaraba que no podía decir nada a nadie al respecto porque sólo ella tendría “problemas”. Incluso fueron a conciertos juntos.
La alumna declaró: “Nos enviábamos mensajes de texto sobre generalidades. Le dije que me gustaba y me respondió que yo también pero ‘que no estaba permitido contarle a nadie’. Tenía una dirección de correo electrónico específica para mí y me preguntaba qué hacía con mi novio. Los textos eran diarios, aún cuando estaba en la escuela. Mandaba mensajes de naturaleza sexual”.
Caldwell se casó pero el romance cotinuó durante más de un año hasta que ella decidió ponerle un final. Ya había dejado el colegio y no quería continuar con esa relación. Cuando poco más de una década después vio el pedido de amistad en Facebook el pasado se le volvió encima, según contó a las autoridades judiciales.
Caldwell negó todo y dijo que los poemas eran clichés. Sin embargo, la corte lo sentenció. Recorder Simon Mills, el juez que siguió el proceso manifestó: “Era era una persona de 16 años a su cargo, en su clase y bajo su confianza. Eso se ve como una posición de poder e influencia sobre ella. Lo que hizo fue seducir en la esperanza de que se llegara a una relación sexual cuando debió estar enseñándole. Todo lo hizo en su propio interés sexual”. Además de la condena a 21 meses, Caldwell fue obligado a firmar el registro público de delincuentes sexuales por un período de 10 años.
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