Saltillo.- El alimento es indispensable para la vida y la comida es un placer al cuerpo, pero ¿qué tanto sabemos sobre lo que consumimos y metemos a nuestro organismo? Para hablar un poco de esto, el caricaturista Antonio Garci ha publicado su nuevo libro llamado La Perversa Historia de la Comida (Diana, 2017), libro que a través de ácidas bromas, dibujos y datos interesantes narra distintos aspectos de los alimentos.

COMIDA GROTESCA

Autor de libros como Historias Infames, Por Qué las Mujeres Aman a los Pendejos y Pendejadas Célebres en la Historia de México, Garci es un historiador de lo absurdo que guía al lector a un panorama casi delirante de una realidad sórdida que llega a rayar en lo ridículo.

“Siempre me ha gustado escribir sobre cosas raras, pero reales, cosas que no crees que sucedan pero que en realidad han pasado. Entonces después de varios libros de este tipo descubro que me interesa hacer uno sobre la comida. Cosas extrañas como la diferencia de cómo se trata a las vacas en la India a la de aquí (occidente), datos extraños como el del pepino de mar y su extinción en México a causa del mercado chino, la relación de la comida con el sexo y cosas de este estilo.

“Lo interesante de escribir de esta manera sobre estos temas, es que te da un punto de vista totalmente diferente al que tenías antes de conocer estas cosas, porque te expande el panorama de lo que creías que podía pasar”, comentó el autor en entrevista con Zócalo.

La comida hizo a los humanos, los separó de los animales, plantea Garci en una especie de obra paródica que muestra la importancia social de la comida en los aspectos más increíbles de la misma sociedad humana.

“Hoy vivimos en una pirámide de cacería en la cual los seres humanos estamos hasta arriba, pero no siempre fue así, en este aspecto hablar sobre la comida es hablar sobre nosotros y ver también un poco de la evolución que hemos tenido. Por ejemplo, cultivar huertos de verdura fue lo que nos hizo sedentarios y esto nos llevó a fundar civilizaciones.

“Entonces, hablar sobre el tema nos abarca un conocimiento social verdadero, pero también es un poco en broma porque nosotros antes éramos presas de otros animales, lo cual nos vuelve a nosotros parte de la historia de la comida”, agregó.

“Otra de las cosas raras y divertidas que trato en mi libro es el de la belleza y los cánones que han ido cambiando con respecto al tiempo. Para la sociedad, estos conceptos siempre tienen que ser inalcanzables, porque si bien ahora, el estándar de belleza es el de una mujer delgada es porque vivimos en un tiempo en el que la comida es tanta que o sufrimos de obesidad, como en el caso de nuestro país, o se desperdicia totalmente.

“En cambio, antes, en la prehistoria si quieres, una mujer bella era una mujer gorda por la falta de comida que había en esos momentos, entonces una mujer de cuerpo así tenía algo de comer y por eso era más apetecible”, comentó el autor de Sex Zoo.

ALIMENTOS Y SOCIEDAD

Si bien los alimentos pueden funcionar como un factor directo en cuanto a la salud física de una civilización, sirven también como una marca que puede hablar de su salud social: desde la aceptación de lo que se es como persona, hasta un gobierno corrompido.

“México y su comida es una metáfora de su existencia. La comida mexicana es una mezcla de una cosa y de otra, como nosotros que somos un país mestizo, el cual de alguna manera ha aceptado esto, pero por otra parte sigue intentando estar dividido como las distintas cocinas regionales.

“Han pasado cosas extrañísimas dentro de México con respecto a la comida, como la compra de la leche radioactiva a Irlanda, la cual se le entregó a una generación de niños de bajos recursos, pero lo más interesante es lo que representa esta compra para la política mexicana, porque es uno de los grandes crímenes contra la salud, en donde Raúl Salinas de Gortari quedó impune, ahí se encuentra otra metáfora de nuestro país: la mala leche que domina a nuestro país”, explicó.

Como humor negro, Garci habla sobre la decisión personal de matarse a su gusto y placer con la comida actual entre alimentos transgénicos y millennials que huyen del gluten.

“Lo que tenemos que hacer con respecto a la comida es algo que digo en mi libro: hay que escoger de lo que nos queremos morir. Esto lo digo porque ahora se habla de lo cancerígeno que resultan como mil comidas, entonces las nuevas generaciones han tomado como bandera este aspecto de ver malo todo lo que daña al ser human , pero de una manera casi absurda, porque creo que la generación de hoy es la mejor preparada para joder a todos y de todas maneras”, dijo entre risas el escritor.