Saltillo, Coah.- Su comunidad está a 40 minutos de Saltillo por la carretera Derramadero-General Cepeda, sin embargo la ayuda de las asociaciones civiles no llega. Niños y jóvenes del ejido La Trinidad piden becas para continuar sus estudios.

Son cerca de 100 familias que habitan este municipio de General Cepeda que luego de muchas décadas de dedicarse a la agricultura y ganadería, se han vuelto obreras. Cerca del lugar se instalaron fábricas de la industria automotriz y los empleos comenzaron a beneficiar a los pobladores.

La gran mayoría de los hombres fueron requeridos para laborar como operarios, mujeres solteras y jovencitos también se unieron a esta actividad, pero al carecer de estudios técnicos o universitarios los sueldos que perciben son bajos. El pago semanal lo tienen que distribuir entre la educación, despensa y los servicios,

por tal motivo los pequeños de La Trinidad recibieron con emoción las mochilas que Zócalo les llevó gracias al proyecto 42K Con Causa, iniciativa del periodista Sergio Cisneros.

Emocionados por tener en sus manos una mochila, niños y jóvenes agradecieron al periódico la visita a la comunidad rural, y señalaron con trsiteza que a pesar de que cuentan con ciertos apoyos sociales, las asociaciones civiles no los voltean a ver y pocas veces acuden a llevarles ayuda.

Hace algunos años, tocando puertas aquí y allá fue como lograron que los cuatro kilómetros de terracería que llevan al ejido fueran remozados y acondicionados para transitar, no obstante los años y las condiciones climatológicas han hecho estragos y la vía se ha llenado de baches, lo que la vuelve un calvario cuando llueve y con gran dificultad los estudiantes de secundaria y preparatoria salen de su comunidad para trasladarse a sus escuelas.

La Trinidad cuenta con primaria y jardín de niños. Recientemente comenzó educación inicial para apoyar a las madres que salen a las fábricas a laborar.

Todos aquellos que buscan continuar los estudios de secundaria, preparatoria o técnica tienen que trasladarse a General Cepeda o comunidades cercanas aunque ello conlleve más esfuerzo.

Ganas de estudiar

Los estudiantes tienen que levantarse a las 6:00 horas, prepararse y esperar el camión para llegar a sus escuelas poco antes de las 8:00.

Cuando el día está soleado, el traslado es favorable, pero en aquellos días en que la lluvia se hace presente se tornan difíciles. A pesar de ello, los chamacos no reniegan de las lluvias pues saben que este líquido favorecerá las tierras de los padres que son trabajadas durante los descansos de las fábricas.

Ellos saben que con una carrera técnica tendrán mejores oportunidades en las fábricas y con ello sus familias tendrán mejores condiciones económicas, es por ello que se esfuerzan en superarse y subir un escalón más en los estudios.

La situación no es fácil, pero ponen su mayor esfuerzo y esperan que las autoridades los apoyen con mayor número de becas y sobrellevar sus estudios.

Juan estudia en el CECyTEC, espera terminar los estudios para ingresar a una fábrica. Él no tiene beca y batalla, pero asegura que no cesará en su objetivo que es graduarse de técnico en Electromecánica.

“Yo no tengo beca. Sólo 75% de los estudiantes del CECyTEC cuenta con apoyo. Sí batallo, pero mi familia hace esfuerzos porque sabemos que con estos estudios tendremos una mejor oportunidad. Ojalá las autoridades nos dieran más becas para no batallar tanto”, señala Juan.