Saltillo, Coahuila.- Juan José Arreola fue uno de los escritores mexicanos más importantes. Dedicado mayormente al cuento, fue el gran cuentista del género fantástico en México. A casi 99 años de su nacimiento, Zócalo lo recuerda en vida y obra.

Nacido en Zapotlán (ahora Ciudad Guzmán), Jalisco, el 21 de septiembre de 1918, Juan José Arreola Zúñiga pasó su infancia en medio de la Guerra Cristera, a la vez que asistía a una escuela de monjas. Gracias a un maestro descubrió a poetas como Baudelaire, Walt Whitman, Giovanni Papini y Marcel Schowb.

Arreola trabajó como aprendiz de encuadernador en el taller de un pariente lejano. Tiempo después trabajó en la imprenta del Chepo Gutiérrez. Arreola recordó en su obra De Memoria y Olvido esta infancia en donde “nace el gran amor que tengo a los libros en cuanto a objetos manuales. El otro, el amor a los textos, había nacido antes por obra de un maestro de primaria a quien rindo homenaje”.

A los 18 años entró en la escuela Teatral de Bellas Artes de la Ciudad de México. Además ejerció varios oficios como el de actor de radionovelas. Cerca de 1939, trabajó al lado del poeta Xavier Villaurrutia como actor y con el dramaturgo Rodolfo Usigli en su compañía Teatro de Media Noche.

Durante los años 40, regresó a su ciudad natal para escribir sus primeros cuentos como Sueño de Navidad e Hizo el Bien Mientras Vivió, uno de los más reconocidos. En 1943 publicó la revista Eos, y un año después, gracias al director Louis Jouvet viajó a París. En 1945 publicó en Pan, revista de especial importancia, pues fue donde Juan Rulfo publicó su primer cuento Nos Han Dado la Tierra.

Ya al finalizar los 40, Arreola dio a conocer su primer libro de cuentos Varia Invención.

LABOR EDITORIAL

En los 50 trabajó en el Fondo de Cultura Económica como editor. Ahí publicó la serie Los Presentes, en la cual están nombres como Carlos Pellicer, Augusto Monterroso y Francisco Tario. Arreola también confió en nuevos autores como Carlos Fuentes y Julio Cortázar.

Años después sus Cuadernos del Unicornio darían a conocer a escritores como Eduardo Elizalde, José Emilio Pacheco y Fernando del Paso. En esta misma década recibió el Premio Jalisco de Literatura 1953 por La Hora de Todos y publicó su libro Confabulario (1952). Durante los 60 recibió el Premio Xavier Villaurrutia por La Feria (1963), su única novela.

Los 70 fue una década de importancia para el escritor, pues en 1977 recibiría el Premio Nacional de Periodismo y el Oficial de Artes y Letras del Gobierno de Francia. Dos años después, en cambio, se le otorgó el Premio Nacional de Ciencias y Artes. En esta década también salieron sus libros Palíndroma (1971), Bestiario (1972) e Inventario (1976).

Recibió el Premio UNAM de Aportación Artística y Extensión a la Cultura en 1987, Premio Jalisco de Letras en 1989, así como el Premio Juan Rulfo en 1990 y el Premio Internacional de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo en 1992.

El 3 de diciembre del 2001, Juan José Arreola, murió a causa de una hidrocefalia que lo acompañó durante toda su vida. Tenía 83 años y era ya una leyenda de las letras mexicanas y uno de los grandes impulsores de las letras en nuestro país.

LA MÍNIMA IRONÍA

El estilo literario de Juan José Arreola podría definirse como propenso a la ironía en la mayor brevedad posible. Es considerado junto con el saltillense Julio Torri y el guatemalteco Augusto Monterroso como uno de los maestros de la minificción latinoamericana.

Los temas principales de la obra del jaliscience son las mujeres y las relaciones personales, el amor, el odio y la vida conyugal, que quedan al descubierto en sus cuentos como La Vida Privada, Armisticio, La Migala, Eva, Parábola del Trueque, entre otros.