Saltillo, Coahuila.- Cuando era niño, mientras su padre era perseguido político del presidente Luis Echeverría Álvarez, Evaristo Lenin Pérez vivió la pena de tener que abandonar varias veces el país, huyendo de un régimen político priista acostumbrado a la represión, la calumnia, el descrédito, contra las luchas sindicalistas auténticas.

No hace mucho que a él mismo le tocó vivir otra vez esa experiencia, cuando se lanzó por segunda ocasión a buscar la Alcaldía de Acuña, ante un PRI que junto con cacicazgos locales le puso todo tipo de trabas. Dice que estuvo a punto de tirar la toalla. Pero luego pensó en su padre, quien nunca lo hizo, y decidió seguir adelante. Por eso ahora que quiere ser gobernador no tiene miedo.

Hasta hace unos días todavía era el alcalde de Ciudad Acuña, el único municipio de Coahuila que ha tenido alternancia política cinco veces, siendo abanderado por un partido regional, la Unidad Democrática Coahuilense, la tercera fuerza política del estado.

Se llama Evaristo Lenin Pérez Rivera, y aunque no es acuñense por nacimiento, dice que sí lo es por adopción. Él mismo cuenta por qué le tocó nacer en la Ciudad de México, y no en Coahuila, como su padre, el fundador del partido, don Evaristo Pérez Arreola, nacido en el ejido San Carlos.

“Mi padre fue dirigente de la política nacional en términos del sindicalismo libre e independiente, y eso me formó en un seno familiar que ha estado acompañado siempre de la lucha social. Desde muy niño acompañé a mi padre a las colonias, a conocer las necesidades de la gente y la desigualdad social que vive nuestro país”, platica Lenin Rivera.

Ambos, padre e hijo estudiaron leyes. Debido al trabajo de su padre, nació en el entonces DF, tratando de pasar la mejor de las infancias al lado de un padre al que consideraba su mejor amigo, aunque sufría constantemente las ausencias debido a las luchas sindicales que encabezaba.

“También fue difícil porque mi padre fue perseguido político en los 70, cuando organizó las grandes huelgas nacionales. Fue perseguido por el presidente Echeverría, tuvimos que salir varias veces del país de manera urgente, conozco en carne propia la represión, la falta de libertad de expresión. De niño era ifícil vivir amenazado”, recuerda sobre aquel entonces.

Regreso a Acuña

Su familia volvió a Acuña cuando él tenía ya 15 años, y su padre inició un movimiento social de apoyo a las familias vulnerables del municipio, sobre todo a los que llegaron ahí en busca de trabajo en las maquiladoras, gente proveniente de Veracruz, Tamaulipas o Tabasco, con quienes el joven Lenin se identificó al acompañar a su padre por los llamados barrios de cartón.

Fue allí en las colonias Tierra y Libertad, Emiliano Zapata, Luis Donaldo Colosio y La Laguna, que fundó su padre, donde conoció a sus mejores amigos. Pero luego tuvo que volver al DF para estudiar leyes en la UNAM. Allá tuvo su primer trabajo como actuario en la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje.

Después volvió a Acuña para casarse con Esther Talamás, hija de empresarios saltillenses, con quien procreó dos hijos, Evaristo, actual estudiante de leyes, y Camila, a la que le dice “La Revolucionaria”, por heredar los ideales del abuelo.

Su primer empleo formal no fue al lado de su padre, sino como encargado del departamento de Protección, en la Secretaría de Relaciones Exteriores, visitando a los presos mexicanos en cárceles de Estados Unidos, para brindarles asesoría legal y apoyo del Gobierno mexicano.

Después tuvo una notaría, y hasta intentó ser empresario con un criadero de avestruces, el más grande del país, cuya venta de carne no lo llevó lejos debido a que el mexicano no está acostumbrado a comer el producto.

Y aunque platica que su padre hizo todo lo posible por evitar que él se involucrara en política no lo logró. Primero, porque era difícil separar aquella vida familiar, en la que Evaristo Pérez Arreola contendió por primera vez en los años 80 con el primer intento de movimiento político, la Unidad Democrática Coahuilense, que todavía no era partido, pero ya era fuerza política.

Cinco triunfos y más

Don Evaristo participó por primera vez como candidato a alcalde de Acuña en los 80, pero con siglas prestadas. Contendió con el Partido Comunista Mexicano. Volvió a contender en 1991 ganando la elección con el Partido de la Revolución Mexicana.

“Cuando mi padre fallece en el 2002, Unidad Democrática Coahuilense tenía unos cuantos años de que nos habían dado el registro, y la gente del partido me invita a que lo dirija, que yo jamás había hablado en público. No estaba yo preparado”, platica Lenin Pérez.

Con todo y que en las primeras ocasiones al hablar ante el micrófono se le pegaba la lengua al paladar, asumió el liderazgo, y en coalición con el PRD ganaron de nuevo la Alcaldía de Acuña. En ese año también gana él un escaño en el Congreso local, afianzando la posición política del partido, al grado de que en 2005, siendo el candidato de UDC/PAN, gana la Alcaldía de Acuña.

Para 2012 volvió a obtener una diputación local, y estando ahí, al siguiente año pide licencia para buscar de nuevo la Alcaldía de Acuña. Aunque dice que ganó con la fuerza política de UDC, admite que para ganarle al PRI que obtuvo 23 mil votos, “necesito de los 4 mil votos del PAN para lograr los 24 mil necesarios”, luego de uno de los procesos electorales más desgastantes.

Por la libre

Platica desde su escritorio en Acuña que el partido se dio cuenta que ha logrado su objetivo, ser la tercera fuerza política en el estado y que al haber gobernado ya otros municipios, y tener presencia en otros, tiene la fuerza necesaria para lanzar una candidatura de unidad.

Por ello, desde el año pasado se llevó a cabo una campaña en redes sociales en las que la UDC promociona la posibilidad de irse “por la libre”. Pero esa libre no se trata de una candidatura independiente, como se ha mal interpretado, explica Lenin.

“Vámonos por la libre, como dicen los chavos, es romper el esquema de los partidos tradicionales. Por la libre busca los mejores coahuilenses, estudiantes, trabajadores, amas de casa, ciudadanos que quieran cambiar el entorno, esos que viven con alto nivel de hartazgo”, manifestó.

Candidato

Para Evaristo Lenin el partido está trabajando en un proyecto de alternancia democrática, que tiene que ver con acabar con 100 años de un gobierno priista bajo un esquema podrido. Y que en ese tenor tienen un profundo anhelo de vivir y encabezar esa experiencia en la entidad.

“Tengo la valentía y la experiencia para enfrentar un compromiso como gobernar Coahuila. Pero no tengo una obsesión personal”, declaró Lenin, quien ya solicitó licencia para separarse del cargo de Alcalde de Acuña, para buscar la candidatura de la UDC a la Gubernatura.

Dice tener una enorme convicción de que se ha llegado la hora y de que las condiciones están dadas para que se viva la alternancia, y que si es a través de él, ahí estará para enfrentar el compromiso.

Autocrítica

El político está consciente de sus limitaciones, también de sus defectos. Entre ellos, piensa que uno de ellos es que le es difícil despedir a alguien a pesar de que le falló. Le dicen sus colaboradores que es muy noble y blando, que falla al tomar determinaciones firmes contra gente que no hace bien su trabajo y que afecta el desempeño de los demás.

Otro de sus defectos es que le es difícil decir que no, cuando alguien le solicita algo, y mentalmente reconoce que no existen las condiciones o posibilidades de cumplir. Dice que eso le ha provocado problemas en diferentes ocasiones, cuando a pesar de intentar cumplir, al final se da cuenta que no se puede.