Cd. de México.- Un juez federal ordenó la aprehensión de cinco mandos de la División de Seguridad Regional de la Secretaría de Seguridad Pública federal, por encubrir a los policías que dispararon contra los agentes de la CIA y un marino, el 24 de agosto pasado en Tres Marías, Morelos.

Victoria Pacheco Jiménez, subprocuradora de Control Regional, Procedimientos Penales y Amparo de la Procuraduría General de la República, reveló que entregó a la SSP federal cinco órdenes de aprehensión para que las cumpliera, sin embargo, sólo detuvo a uno de los sospechosos y los otros tuvieron oportunidad de ampararse.

El único que fue detenido y presentado en días pasados por la SSP es el inspector general Juan Manuel Pacheco Salgado, quien incluso ya fue procesado y salió libre bajo fianza, de acuerdo con la PGR.

En conferencia de prensa, la funcionaria informó que el juez cuarto de Distrito en Morelos instruyó estas capturas por el delito de encubrimiento y que debido a que el delito no es grave, los cuatro mandos restantes suspendieron las aprehensiones con sus amparos y por ahora no pueden ser detenidos.

Sin proporcionar los nombres de los mandos, Pacheco dijo que pertenecían a la División de Seguridad Regional de la SSP y que había entre ellos inspectores.

De acuerdo con la subprocuradora, la PGR ejercitó acción penal contra los mandos porque, poco antes de que venciera el arraigo contra los 14 implicados en el Caso Tres Marías, éstos confesaron por escrito que participaron en los hechos vestidos de civil y en vehículos particulares, y que sus jefes les ordenaron presentarse a declarar con uniformes y vehículos oficiales.

Este testimonio desmintió y echó por la borda las primeras declaraciones de los implicados, quienes en principio sostuvieron que participaron en los hechos con sus uniformes y patrullas de la corporación.

La subprocuradora afirmó que la coartada de los 14 agentes federales, que decían que indagaban un secuestro y el robo de una camioneta en Morelos, resultó ser un hecho ajeno al caso Tres Marías.

Pacheco Jiménez sostuvo que el secuestro era un caso que se investigaba en el fuero común y no en el federal, además de que nunca se documentó que hubiese una solicitud de colaboración de la Procuraduría de Morelos a la PF.

Los dictámenes periciales de la PGR concluyeron que el 40 por ciento de los 152 balazos que fueron disparados contra la Toyota de los agentes estadounidenses se impactaron en las ventanillas del piloto y copiloto, los puntos más vulnerables de la camioneta.

Por esta razón, la PGR acusó a 14 de los participantes en los hechos del delito de tentativa de homicidio doloso, porque tuvieron una intención de quitarle la vida a los tripulantes.

La subprocuradora también dio a conocer que las investigaciones ministeriales corroboraron que el marino que acompañaba a los agentes de la CIA nunca disparó contra los agresores, pues no se encontraron casquillos de ningún arma que no fueran de las 24 que entregó la PF a la PGR y que usaban los agentes federales.