Cancún, Q.Roo.- La palabra migrante generalmente se asocia con Estados Unidos y el flujo de mexicanos que a diario quieren entrar a las filas laborales de dicho país, sin embargo, la peregrinación no sólo se da hacia nuestro vecino del norte, muchos países centro americanos presentan un flujo importante hacia México, y no como paso para llegar a EU.

B.C.M.H., A.A.D.G., E.J.H.P. y D.A.A.R. son inmigrantes. Ayer a mediodía estaban en las instalaciones de la Policía Turística de Cancún detenidos por no tener documentos que acrediten su estancia en Cancún de manera legal. Todos ellos son menores de edad: B.C.M.H. y D.A.A.R. de 16, A.A.D.G. y E.J.H.P. de 17.

Eran las 10:30 horas cuando fueron interrogados por elementos policiales. Los cuatro jóvenes procedentes de Honduras estaban sentados en una banca en el kilómetro dos de la zona hotelera. Los cuatro varones dijeron sus nombres a los oficiales, quienes notaron las peculiares vestimentas que llevaban. “Venimos de Honduras porque nos rechazaron nuestras familias por ser locas”, explicó uno de los muchachos.

Belice es el paso para cruzar de Centroamérica a Quintana Roo, dada su proximidad con Chetumal y la falta de seguridad eficiente en las fronteras. En 2004, por ejemplo, el flujo de indocumentados centroamericanos fue de 400 mil 235 personas, según el estudio “El flujo migratorio centroamericano hacia México”, hecho por la investigadora parlamentaria Alma Arámbula Reyes, en octubre de 2007.

“Algunas veces, viéndolo desde el lado humano, nos gustaría manejarlo de distinta forma, ya que se ve que no tienen recursos y que huyen de sus países, pero como autoridad debemos hacer valer la ley”, explicó Gerardo Sosa Aguilera, director de la Policía Turística.

Los niños se conocieron en un refugio hondureño para niños con problemas familiares, ellos han sido rechazados por sus familias debido a sus preferencias sexuales, incluso sus propios parientes son el origen de sus problemas: “a mi me violaban, por eso me fui al refugió”.

D.A.A.R. y E.J.H.P., ya llevan dos años en México, vivían en el Distrito Federal, son bailarines y estilistas respectivamente. “Les mandamos dinero a ellos dos (B.C.M.H. y A.A.D.G.), para que vinieran a vivir con nosotros a México, les enviamos 200 dólares”; ese dinero sirvió para que hoy los cuatro estén juntos, aunque sus planes no hayan salido como esperaban.

“Nos falta aire acondicionado”, comentó uno de los detenidos cuando se le preguntó si lo atendían bien. Los niños comen pollo y arroz además de recibir constantemente botellas de agua para mantenerlos hidratados.

Luego de una estancia corta en las instalaciones de la Policía Turística, serán trasladados a la Secretaría de Seguridad Pública, después de una anuencia con el juez cívico, el tema será manejado por Migración quienes reclamarán a los niños para que sean deportados.

“En nuestro país hay mucha pobreza, aquí se gana más dinero y se puede hacer una vida, nuestras preferencias sexuales son más toleradas, también por eso huimos de Honduras”, platicó uno de los jóvenes.