La Paz, Bolivia.- Trabajadores petroleros bolivianos iniciaron hoy una vigilia y se declararon en estado de emergencia para evitar actos de sabotaje por parte de miembros de la derecha boliviana que se oponen al gobierno.

El secretario Ejecutivo de la Federación Sindical de Trabajadores Petroleros de Bolivia, José Domingo Vásquez, denunció este jueves “intentos de la derecha de sabotear el proceso de nacionalización de los hidrocarburos”.

Advirtió que la medida de emergencia es en repudio a la actitud separatista e incluso de terrorismo de la derecha.

Todos los sindicatos departamentales y regionales del país ratificaron su apoyo al proceso de reorganización de la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), indicó.

Durante la III Conferencia Nacional de Secretarios Generales de los Sindicatos, realizada en Cochabamba, se acordó respaldar el proceso nacionalizador que lleva a cabo el presidente Evo Morales.

“Para que la reorganización de la estatal petrolera continúe se ha dado un respaldo a la continuidad del presidente interino de YPFB, Carlos Villegas”, precisó el dirigente.

Mientras tanto en el departamento de Tarija, en el sur de Bolivia, se comenzaba a sentir los efectos de un corte de rutas que este jueves ingresaba a su cuarto día, realizado por campesinos que buscan financiamiento para sus actividades.

Las organizaciones campesinas están empeñadas en obtener mayores asignaciones para la modernización del agro que no han logrado conmover al prefecto liberal Mario Cossio, señaló el portal de la agencia Boliviana de Información.

“Por el momento no entra ni sale una sola movilidad de Tarija, está totalmente aislada y si el prefecto mantiene su capricho y su soberbia negándose a atendernos, desde mañana (viernes) no permitiremos el ingreso de una sola verdura”, declaró una dirigente.

La dirigente de la Federación de Campesinos Bertha Barrientos dijo que van a impedir el ingreso de alimentos a los centros de abasto popular de la ciudad de Tarija, lo cual afectará a unas 500 mil personas.

La dirigente del agro explicó que el conflicto se extiende irremediablemente, más por el descuido, lindante con la indiferencia, del prefecto, en cuyas “manos está la solución y el acuerdo”.

“Tenemos todos los argumentos y la documentación para justificar nuestra demanda, pero el prefecto se cierra y no quiere atendernos. Es sólo capricho”, denunció.

Unos ocho mil campesinos mantienen bloqueados 15 tramos carreteros en el departamento que conecta, a su vez, con el sur de Paraguay y al norte de Argentina.

Los manifestantes reclaman asignaciones presupuestarias a los productores agrícolas y transferencias directas de regalías y del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) a los municipios rurales.