Cd. Obregón.- El Nuevo Estadio Yaquis, que necesitó para su construcción una inversión superior a los 500 millones de pesos, fue el escenario donde el club Yaquis, a nivel deportivo, construyó una historia de fracaso.

Los Yaquis de Ciudad Obregón, que en la época reciente han ganado cuatro títulos de la Liga Mexicana del Pacífico y dos de Serie del Caribe, no lograron ser uno de los seis equipos en avanzar a los playoffs de la temporada 2016-2017, que marcó el estreno de su estadio.

La Tribu de Cajeme terminó la primera vuelta en el cuarto lugar (5 puntos) del standing, y en el último lugar (3 puntos) de la parte complementaria, para llegar a ocho puntos, que los dejaron en el penúltimo lugar general, por debajo de Navojoa (12), Los Mochis (12), Culiacán (12), Hermosillo (11.5), Mazatlán (10), y Mexicali (9.5) y sólo por encima de los Charros de Jalisco (7).

Pese a que el equipo se mantuvo fuera de zona de calificación prácticamente todo el último mes de la temporada regular, la directiva del mantuvo al manager dominicano Eddie Díaz. Jugadores que en anteriores temporadas lucieron con el equipo como Luis Urías, Giovanny Gallegos, Edwin Fierro, y Luis Alonso Mendoza, nunca reportaron con el equipo. Además tampoco lograron llegar a un acuerdo con Luis Cessa, quien la pasada temporada debutó con los Yanquis de Nueva York, y quien pudo tener opción para ver acción, por la cercanía del

CLÁSICO MUNDIAL

Previo a la temporada, Yaquis cambió a dos de sus jugadores insignia, Íker Franco, y Alfredo Amézaga, a Culiacán, a cambio de Sergio Gastélum y Óscar Villarreal. Gastélum se incoporó tarde y fungió como jugador sustituto, mientras que Villarreal estuvo sólo siete partidos, y permitió nueve carreras en menos de cinco entradas.

Al fin de la campaña, Eddie Díaz dijo que no volverá el próximo año.