Zaragoza, Coah.- Con la celebración del 264 aniversario la fundación de la ahora ciudad de Zaragoza, Coahuila, un 1 de febrero de 1753, se marca el inicio de una serie de ceremonias y eventos que culminarán con una cabalgata, música y baile para todos los participantes a partir de este fin de semana.

El cronista e historiador, el MVZ Alberto Galindo Galindo, aportó por demás un dato interesante que parecía poco divulgado: La Cabalgata de Zaragoza es la primera que empezó a realizarse en el estado de Coahuila, en el marco de las fechas conmemorativas del nacimiento de cada una de las 38 poblaciones de la entidad.

Se le empatan únicamente las cabalgatas de Sabinas y de Múzquiz, pero estas se organizaban a la par con las ferias populares, nada que ver por el aniversario del origen como pueblos nativos.

“Además esta Cabalgata de Zaragoza surgió del sentir del pueblo mismo, ajenos a cualquier patrocinio o evento lucrativo, es decir, sin fines económicos, más que de reunirse de manera sincera, limpia y espontánea”.

“Estaba al margen de las ferias del pueblo y de cualquier actividad política; mi inquietud fue el proponer esta cabalgata para celebrar la fundación como pueblo, ya que el municipio únicamente realizaba una ceremonia por la elevación a categoría de ciudad, pero no de la fundación”.

De manera alterna se trataba de motivar la cultura del caballo, por lo que en esa primera cabalgata, se invitó a unos amigos y se congregó a más de 150 personas acompañadas de sus familias, en caballos y en carretas, con sus aperos y alimentos para emprender la aventura y acampar en el camino original que recorrieron los primeros pobladores.

A ellos y sus familias que participan se le debe el éxito de esta cabalgata de Zaragoza, destacó el entrevistado.

“Es una manera de abrazar a nuestro pueblo, de abrazarse en familia, en medio de una diversión sana, tranquila y en paz como todos así lo celebramos, con caballos y carretas, lo cual lo hace única y auténtica”.

A partir de este primer recorrido ecuestre hace 23 años, esta será la 23 edición, brotaron y se replicaron las siguientes en la región Cinco Manantiales, a la postre le siguieron más municipios del estado de Coahuila.

“La cabalgata de Zaragoza, que trasciende por la unidad y convivencia familiar, fue considerada como ejemplo en otros municipios, sin embargo, en cuanto a la organización cada una se identificó de distintas formas, con otras reglas y estilos”.

En ese sentido, subrayó: Cada cabalgata tiene su propia identidad. No se puede calificar de primera, segunda o tercera a ninguna. Ni tampoco se puede homologar, porque hay costumbres que en otras poblaciones sí funcionan y en otras no.

“Sabemos que en otros pueblos se atrae a la gente con comida gratis, pero aquí en Zaragoza cada familia participante lleva su propia comida y no tenemos ningún problema con eso”.

En cuanto a la participación de cabalgantes a bordo de caballo individual o en carretas, manifestó que la cuenta más alta de asistentes que se ha registrado ha sido de mil 700 caballos y 2 mil 482 personas contabilizados desde el punto de partida, en las instalaciones del Cefare.

Es probable, hizo notar, que llegue a duplicarse la cantidad, pero es cuando se incorporan al segundo día ya de retorno a la ciudad, donde son esperados en medio de la algarabía popular.

¿Pero qué otro dato hace diferente la cabalgata de Zaragoza con el resto de las demás en Coahuila?, es una pregunta que se hace el propio cronista, el Dr. Galindo, a lo cual responde con una afirmación contundente:

“En ninguna otra cabalgata de Coahuila verán la cantidad de carretas que son parte del recorrido”.

Y para orgullo de Zaragoza y de sus habitantes, la tierra de las mujeres hermosas y los hombres trabajadores, como reza el slogan popular, es cuna de la artesanía de toda clase de carretas desde las más sencillas hasta las más sofisticadas en su diseño.

“Desde hace 200 años, hasta donde se tiene memoria, en Zaragoza se han fabricado toda clase de trabajos a base de madera por la existencia de árboles de nogal, de álamo, encino y mezquite; siempre hay material en abundancia para la construcción de carretas, lo cual es otro punto a favor para Zaragoza, porque en otros pueblos no tienen la madera, ni las personas dedicadas a este tipo de carpintería”.

Por ello, Zaragoza tiene una identificación muy auténtica con la organización, estos factores le agregan un atractivo por demás original.

Para el Dr. Alberto Galindo, fundador de la cabalgata, le inquieta una preocupación: Ojalá nunca se pierda esta tradición y con el paso de los años se convierte en leyenda.
Por lo menos, asegura, mientras viva estará siempre al pendiente de la celebración, pero confía en que las nuevas generaciones seguirán su legado.

Otra de las características de la cabalgata conmemorativa de Zaragoza, la ruta que seguirán es la misma, por lo que los antepasados nativos y primeros pobladores recorrieron antes de asentarse: El Valle de las Ánimas y en el Ojo de Agua de San Idelfonso.

El asentamiento ocurrió desde luego a lo más cercano de las aguas del largo y anchuroso río Escondido, en donde se erige la ciudad urbana, pero sin perder su aire de pueblo y provincia del cual mucho se presume y se habla tanto de sus nativos como de quienes quedan encantados por su visita.