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Zona de sexo, drogas y degenere

Por Rosalío González

Publicado el lunes, 20 de marzo del 2017 a las 09:01


Pese a ser en pleno primer cuadro de Saltillo, las autoridades no sospechaban del degenere que se vivía al interior del inmueble

Saltillo, Coahuila.- El Centro Histórico es una zona de conflicto en la que las autoridades han omitido drogadicción, prostitución ilegal, venta de alcohol a menores, delincuencia y calles que se vuelven intransitables y de alto riesgo para los peatones durante las noches.

Claro ejemplo es el caso de la fiesta clandestina denominada Safari Fest que se celebraba en local en pleno corazón de Saltillo, misma que se salió de control y ocasionó la movilización de decenas de elementos de la Policía Municipal, Fuerza Coahuila y hasta del Ejército, dejando como saldo un estimado de 500 detenidos.

Según la versión de quienes fueron asegurados por los elementos del orden, la fiesta a la que fueron convocados fue una de tantas que se han organizado en la capital y a las que asisten menores de edad, hay armas e inclusive drogas y alcohol sin control.

Padres de familia de estos jóvenes que pasaron la noche en las celdas municipales denunciaron el abuso policiaco por parte de elementos de la Policía Municipal, Fuerza Coahuila y de la Sedena, cuyos elementos acudieron al reporte durante la madrugada del domingo.

De acuerdo con testigos, elementos municipales llegaron al recinto ubicado en la calle Aldama, en pleno Centro de la ciudad, para pedir a los jóvenes que bajaran el volumen de la música, sin embargo, un grupo de asistentes comenzó a arrojar proyectiles a los uniformados, quienes repelieron la agresión.

Fueron los propios asistentes a la fiesta, misma que fue convocada a través de las redes sociales, quienes trataron de calmar la situación, sin embargo, los ánimos se calentaron y la agresión se salió de control.

Policías de Saltillo solicitaron el apoyo a los elementos del Estado y al Ejército para controlar la gresca. Tras derribar la puerta de entrada y quebrar las ventanas para sacar a los agresores, quienes se perdieron entre la multitud, los uniformados habrían comenzado a golpear a los asistentes para sacarlos del recinto, situación que terminó con la detención masiva.

REVENTÓN ‘REVENTADO’

Según se informó, la fiesta se encontraba en el punto más ardiente de la noche cuando uniformados tocaron a la puerta. Una llamada alertó sobre el ruido que provenía de un local ubicado en la calle Aldama, entre Xicoténcatl y Acuña.

Los elementos de la Policía Municipal no pudieron entrar al recinto pues la puerta se encontraba cerrada, por lo que por la ventana solicitaron a los asistentes que calmaran sus ánimos, no obstante, un grupo de jóvenes comenzó a maldecir y a arrojar latas de cerveza a los oficiales.

Así relató “Rubén” su experiencia en la fiesta a la que asistió tras haber recibido la invitación a través de Facebook.

Según relató, la frustración y el coraje de los elementos municipales tras la agresión de un grupo de seis asistentes a la fiesta, desató la furia de los uniformados, quienes comenzaron a golpear la entrada hasta que la derribaron para ingresar, mientras llegaba el apoyo de Fuerza Coahuila y el Ejército.

“Eran unos que andaban pelones, parecían ‘malandros’, llegaron los polis y ellos empezaron a aventarles cerveza, por eso se ‘calentaron’, nosotros les decíamos que se calmaran porque iba a valer madre, pero no nos hicieron caso, fue cuando los policías empezaron a quebrar vidrios y a tumbar la puerta”, dijo.

Algunos lograron salir del recinto y huyeron a sus casas, mientras que otros, por temor a ser agredidos por los policías, se refugiaron al fondo del lugar negándose a salir, por lo que la Policía arrojó gas lacrimógeno para sacarlos.

“Nos gasearon y fue cuando empezamos a salir, nos tenían a todos tirados en el piso, a unos sí los golpeaban cuando estaban ahí y empezaron a separarlos, primero dejaron que se pararan las mujeres, las separaron y se las llevaron, luego los hombres menores y después los mayores”, agregó.

Los menores de edad fueron remitidos a las celdas de la Comandancia Poniente de la Policía, a donde acudieron padres de familia que denunciaron la agresión a sus hijos, ya que algunos se encontraban hospitalizados y algunos de-saparecidos.

“Dijeron que había tres muchachas desaparecidas, pero no sé bien cómo estuvo, es que agarraron parejo y a unos los soltaron en el camino después de que los golpearon y los tiraron; ahorita vino una ambulancia y se llevó a dos porque estaban bien golpeados”, comentó.

ADICTOS A LA INCERTIDUMBRE

De acuerdo con la versión de los jóvenes detenidos, la fiesta se gestó a través de una convocatoria clandestina, tal como se hace con muchas otras celebraciones “underground” en el primer cuadro de la ciudad en las que la venta ilegal de alcohol, la presencia de drogas e incluso sexo sin control son el común denominador, a pesar de la presencia de menores.

Dicen que no saben cuándo podrá haber otra, sólo les llega la invitación a través de Facebook y la comparten.

“No sabes cuándo habrá una (fiesta), no sabemos quiénes son los organizadores, sólo te llega la invitación por un amigo, luego la pasas y ahí se va haciendo la cadena, pero unas sí están mal porque no sabes quién va. Hay raza que va armada, traen navajas o manoplas, otros llevan drogas; no hay control”, comentó el testigo.

Jóvenes de todos los rincones de Saltillo e incluso Ramos Arizpe asisten a estas fiestas, donde pagan por entrar y adentro todo puede pasar al calor de la música.

“El cover depende de la hora, por ejemplo, esta empezó a las 9 de la noche y cobraban 30 pesos, después de las 10 cobran 40, luego 50 y así se va elevando el costo. Es bien fácil, nada más rentan un lugar, crean el evento en Facebook y se empieza a compartir”, agregó.

Los asistentes comentaron que en esta ocasión no había vigilancia, aunque en otros eventos sí han visto que cuentan con personas adultas dedicadas a conservar la paz.

Al salir de las celdas de la comandancia municipal después de pagar 750 pesos como multa por riña, un detenido del Safari Fest denunció que en el Centro de la ciudad cada fin de semana se llevan a cabo fiestas masivas.

El varón de 19 años que fue golpeado con una lámpara en la cabeza pidió que su nombre se omitiera por temor a represalias, permitió que fuera tomado un audio de sus declaraciones y se videograbaran las heridas en sus manos. Aseguró que no es la primera ocasión que asiste a una fiesta masiva en la Zona Centro.

“Rentan los locales para las fiestas”, dice, y no es el primero que realiza la denuncia, pues los locatarios de la Zona de Tolerancia han acusado en ocasiones anteriores que la prostitución se ejerce en pleno Centro sin que las autoridades tomen medidas.

Zócalo Saltillo buscó tanto en la comandancia municipal como en el Centro Integral de Atención al Adolescente una versión oficial de los hechos ocurridos la madrugada de ayer, así como las acusaciones sobre la permisividad de las autoridades para con estas fiestas masivas y prostitución, sin embargo, al explicarles el tema, los encargados decidieron no conceder entrevistas.

Algunos testigos afirmaron que hay propietarios que rentan locales con pleno conocimiento de que se realizará algún evento, aunque los lugares no tengan permiso para operar como antros o salones de fiestas. (Con información de Rosalío González y Rodrigo Flores)

‘La Policía siempre sabe, pero nunca nos molesta’

Después de ser detenidos por la Policía Municipal acusados de riña, tres adolescentes que estaban al interior de la bodega donde se llevó a cabo la fiesta clandestina Safari Fest, denunciaron que esta no es la primera fiesta en su tipo y que es común que la Preventiva tenga conocimiento de estos eventos sin interrumpirlos.

Los adolescentes entrevistados por Zócalo Saltillo tienen 12, 14 y 17 años y afirman que “en esas fiestas hay de todo: gente drogándose, alcohol y armas blancas como navajas y manoplas”.

Estas reuniones masivas son convocadas vía redes sociales, ese fue el caso del Safari Fest, que comenzó como un evento programado en Facebook al cual terminaron asistiendo más de 500 personas, la mayoría menores que no se conocían.

Las zonas en las que principalmente se llevan a cabo estas reuniones son el Centro, colonias colindantes con el bulevar Otilio González, Nueva Imagen, Saltillo 2000 y Las Teresitas.

Los testimonios de los adolescentes confirman que estas fiestas “terminan bien la mayoría de las veces porque la Policía no les hace caso, pero en esta ocasión no sabemos qué pasó”.

Los asistentes a estas fiestas clandestinas normalmente llevan las bebidas alcohólicas que van a consumir, porque en el lugar no se vende alcohol, solamente droga, “no sólo hay mariguana, hay de todo, carnal”, dice uno de los testigos.

El 13 de marzo detuvieron en la colonia Las Isabeles, contigua a Las Teresitas, a un joven con siete cuadros de la droga dura conocida como LSD. Los entrevistados, abordados en exclusiva por Zócalo, declararon que en las fiestas masivas a los que ellos han asistido han logrado ver este tipo de droga circular entre los asistentes.

De los organizadores “el negocio es cobrar por la entrada”. Las fiestas comienzan a las 9 de la noche “todos los fines de semana” y se cobran de 40 a 55 pesos. Los asistentes provienen de diferentes colonias de la ciudad, principalmente de la periferia.

Sobrecupo supera capacidad policiaca

Por lo menos 520 personas, la mayoría menores de edad, abarrotaron los separos luego de ser detenidos por participar en una escandalosa riña de grandes proporciones, en la que se enfrentaron con elementos policiacos que reventaron una fiesta clandestina.

A pesar del imparable esfuerzo, autoridades ministeriales aún no han logrado dar una cifra exacta de cuántos fueron en total los involucrados en la trifulca.

Tras lo anterior se reveló que hasta el momento se cuantifican 220 personas a disposición de la Dirección de Policía Preventiva y Tránsito y otras 300 en la Delegación Poniente de la Policía Municipal, todas por alterar el orden público.

Asimismo, se informó que al menos siete elementos municipales y del Grupo de Reacción Operativa Metropolitana (GROM) resultaron con múltiples lesiones en la cara luego de ser recibidos a golpes y botellazos por los señalados, al momento en que los oficiales llegaron a poner orden, por lo que los agentes interpondrán la formal denuncia por lesiones contra quien resulte responsable.

A pesar de que los hechos se suscitaron en el transcurso de la madrugada, no fue sino hasta minutos antes de las 8:00 horas de ayer que los detenidos que resultaron lesionados recibieron atención, por lo que se solicitó el apoyo de paramédicos de la Cruz Roja para trasladar a dos personas al Hospital General y a una más a la Clínica 1 del IMSS.

Por su parte, a decenas de padres de familia les amaneció esperando en una larga fila en la oficina del juez calificador para que se les diera razón de sus hijos y a que llegara la hora de visita.

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