En la vida casi todo es temporal, fue la reflexión que un amigo me compartió esta tarde. Y no pude más que coincidir. Es así, y además, eso es bueno.

Por supuesto, dentro de nosotros y fuera también, hay cosas que permanecen como nuestras convicciones, la familia, los valores, en resumen, nuestra esencia. Es justamente con base en ello que podemos transitar en lo temporal, aportar lo mejor de nosotros al paso y aprender de aquello que viene a nuestra vida por alguna misión particular.

Es justamente ese dinamismo el que nos logra mantener vivos, alertas, positivos y propositivos.

Y aunque todo tiene un principio y un fin, el gran privilegio es tener la fortuna de hacer algo que pueda cambiar para mejorar en esta vida.

Quiero aprovechar esta última publicación del año para AGRADECER de corazón a todos ustedes, amables lectores, que semana tras semana dedican unos minutos para leer esta sencilla colaboración, a los que han seguido a través de los medios y las redes sociales la información que reporta mi trabajo en el Congreso y a quienes además lo hicieron durante mi participación en el pasado proceso electoral.

Hoy concluyo un cargo público, la diputación local, a través del cual pude servir a la gente de Coahuila. La salud, el buen uso de recursos públicos, la eficiencia en la función pública, trato justo a los ciudadanos, solo cobros de impuestos justificados, el reconocimiento de derechos y una justicia con enfoque humanista fueron mis prioridades. Espero haber logrado acercar un poco esta tarea a las necesidades cotidianas y dejar en claro que no todos los políticos somos iguales.

En cada encomienda que he asumido, cuando por alguna razón alguien me confía una tardes, consciente o inconsciente en mi vida he buscado poner lo mejor de mi. Pero he de compartirles que esto no ha sido por obra de la casualidad.

Mis padres, maestros, amigos, compañeros de trabajo, de vida, infinidad de personas que han cruzado por mi vida, me han marcado con el ejemplo, ese que consiste en poner el corazón en lo que haces, en esforzarte hasta el último aliento y sonreír no importa si el resultado es el esperado o no, porque la vida siempre nos sorprende, y aunque no la entendamos, lo más seguro es que su elección sea mejor que la nuestra.

En este 2017, personalmente he aprendido muchas lecciones. He cruzado por distintos cauces, unos profundos, otros turbios y algunos tan claros que me han ayudado a limpiarme. Por todo ello doy GRACIAS.

En este año 2018 deseo que cada uno podamos disfrutar al máximo lo que ya tenemos y trabajar duro por lo que aún queremos, tengamos siempre presente que cada mañana es un comienzo, no empecemos nuestros días queriendo unir las piezas rotas del día anterior, cada día al despertar, tenemos una nueva oportunidad para construir lo que anhelamos y la debemos aprovechar.

Feliz Año Nuevo, Feliz 2018!!!

Lariza Montiel Luis

Fb Diputada Lariza Montiel
@LarizaMontiel