México, DF.- El grado de corrupción y colusión que existe en el Gobierno y la clase empresarial con cárteles del narcotráfico como “La Familia Michoacana” ponen en riesgo al Estado mexicano, al grado de propiciar un posible colapso que lleve al país, en un caso extremo, al desmoronamiento de las instituciones del Estado como en Afganistán para llegar a un Estado mafioso.

Alcaldes y funcionarios han sido vinculados con el crimen organizado, ya sea brindándoles protección, o siendo favorecidos por los criminales para después pagar cara “la cortesía”, incluso con la vida.

Sin embargo, hay más casos en los que los funcionarios que se supone deben servir a los ciudadanos, en realidad trabajan para los jefes de células criminales a cambio de beneficios personales, sin importar que el costo sea tan alto como perder la paz en las entidades que gobiernan.

En muchos casos los implicados son inocentes y en muchos otros no son cuestiones de tráfico de drogas, sino de corrupción u otras faltas de las que han sido absuletos impunemente.

Los ejemplos abundan. Baste recordar los casos de Mario Marín en Puebla y Ulises Ruiz en Oaxaca para demostrar que aun cuando los atropellos y las violaciones de los derechos humanos fueron flagrantes, el sistema de justicia los arropó. Es posible que lo mismo suceda con Rodrigo Medina de la Cruz, gobernador de NL, quien sólo ha dado muestras de incapacidad y, a opinión de sus gobernados, no ha sabido (o querido) frenar la ola de violencia que tiene aterrorizado al estado.

Y es que ya lo dijo el Presidente, no tiene los elementos jurídicos -es decir las evidencias concretas- para señalar a nadie; sin embargo, es claro que muchos políticos están protegiendo y favoreciendo al narcotráfico para que les den poder y mantengan sus ganancias políticas.

‘Facilitador’

Mario Villanueva, ex gobernador de Quintana Roo, México, fue extraditado a los Estados Unidos por embolsarse millones de dólares en sobornos con el fin ayudar a un cártel mexicano a introducir 200 toneladas de cocaína en la frontera.

Alcaldes vulnerables

Los cadáveres de un alcalde de Zacatecas y de un acompañante con el que fue secuestrado horas antes fueron localizados este jueves, con los ojos vendados y atados de pies, sumando cuatro asesinatos de jefes de gobierno local en México este año y 18 desde 2010.

Las autoridades judiciales sospechan que los alcaldes pueden ser víctimas de grupos criminales por oponerse a la actuación de estos en sus territorios o por que los consideran aliados de organizaciones rivales.

El crimen podría estar relacionado con disputas entre grupos del narcotráfico que actúan en la zona.