Espectáculos
Por Agencias
Publicado el martes, 7 de julio del 2015 a las 00:32
Por Adela Micha / México.- Porque ella, era su “Chicuita” y él, “Su príncipe sapo”… Juntos, escribieron la historia de una relación amorosa intensa, fuera de todo convencionalismo, y dentro del privilegiado, selecto y exclusivo mundo del arte latinoamericano…
Y esa relación hizo su vida, y su obra… Porque Frida Kahlo todavía era estudiante cuando conoció a Diego Rivera… Y fue para ella, 20 años menor, su maestro, su hermano mayor, “su pequeño bebé”, como ella le decía…
Y para algunos biógrafos, su verdadero progenitor; en sus obras fueron pintando sus accidentes, sus rasgos, su pasión y sus celos, sus infidelidades: su vida intensa, tormentosa, cómplice… Y con esas pinturas, él en el Muralismo, y ella en el Autorretrato, constituyeron un fenómeno único: el más cotizado universo de la pintura mexicana, en los mercados universales del arte…
Ella, con su cejas pobladas y juntas, y su escaso bigote, y él, enorme, voluminoso, con sus gigantescos pantalones de mezclilla con peto, fueron siempre reconocidos físicamente en todos los ámbitos…
Frida fue muy querida y muy admirada en vida… Y su obra sigue siendo, para muchos, columna vertebral de la pintura mexicana… Ella nació un día como hoy hace ciento ocho años… El 6 de julio de 1907… Y hoy sigue siendo, imagen del día y de la noticia.
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