Nacional
Por Excélsior
Publicado el viernes, 29 de marzo del 2013 a las 00:48
México.- Luego de celebrar la Misa Crismal donde se bendicen los Santos Óleos y se conmemora el sacerdocio instaurado por Jesucristo en la Última Cena, el cardenal Norberto Rivera señaló que México es una patria divida, sin paz, debido a la violencia que sólo deja víctimas inocentes.
“(Seguir en) la construcción de la paz, esa paz de la que tanto adolece nuestra patria profundamente herida por la división, la discordia y la violencia criminal que nos lleva de dolor y desolación a tantas víctimas inocentes y sus familias, el respeto y la tolerancia por todos, el servicio humilde y lleno de amor por nuestros hermanos, incluso el cuidado y protección del medio ambiente”, dijo.
Frente a cientos de feligreses que llenaron el recinto, obispos auxiliares, canónigos de los cabildos y sacerdotes de la Arquidiócesis de México, el cardenal resaltó la necesidad de una conversión de la Iglesia Católica, tal como lo dicta el papa Francisco.
“La Iglesia ha vivido momentos muy fuertes de prueba pero también de gracias: por una parte la renuncia al ministerio petrino de nuestro querido papa emérito Benedicto XVI y, por la otra, la elección del sumo pontífice del papa Francisco, que con sus palabras pero sobretodo con nuestro ejemplo nos llama a una renovación de ser Iglesia”.
En este jueves Santo, el Arzobispo Primado de México señaló que parte de la renovación de la Iglesia deriva del compromiso de la comunidad clériga hacia los pobres pero que de igual manera, todos los sectores de la población deben unirse.
En el sermón hizo un llamado en general a dejar a no “fijarnos y preocuparnos por las cosas superfluas”, y así seguir el ejemplo de Cristo y del papa Francisco mediante una vida de sencillez.
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