Es 25 de diciembre. Hoy es Navidad. Es una fecha sumamente significativa para las familias. Son días de convivencia y de reuniones con nuestros seres queridos, con parientes que nos visitan de otros lugares del país o del extranjero, y con amistades. Desde días antes se percibe un ambiente de mayor alegría, de gozo por la cena de Nochebuena y la emoción de los niños por abrir los regalos.
La ciudad vivió el intenso bullicio de la gente por conseguir los alimentos para preparar la cena de esa gran noche y los obsequios, así como adquirir lo necesario para terminar los detalles de la reunión en Navidad. Fueron días de prisas, de nervios y de entusiasmo. Creo que nadie escapa a esa grata sensación en la víspera del 24 de diciembre, como cada año.
De niña gozaba de las fiestas familiares, de los presentes y del ánimo que reinaba en el hogar. Junto a mis padres y hermano, con amigos y familiares, pasamos momentos inolvidables, de risas, bromas, anécdotas y reflexiones de los adultos.
Ahora, estimados lectores, debo decirles que disfruto todavía más estas fiestas. Soy madre de dos hermosos hijos, pequeños y traviesos, con ellos vuelvo a sentir el espíritu de la Navidad en todos los aspectos. Juntos, pusimos el pinito de Navidad y lo decoramos con esferas, listones y superhéroes. Es una experiencia única, lo hacemos juntos, contentos de ver cómo va quedando y, finalmente, satisfechos cuando ya terminamos la ardua, pero entretenida tarea. Son momentos que siempre recordaré en mi corazón y sé que mis hijos también.
Ver sus sonrisas y caritas felices me llena de mucha emoción, porque estoy segura que al igual que yo, viven al máximo la Navidad. Creo que estos sentimientos especiales de madre de familia lo comparten miles de mujeres en Coahuila. No hay mayor dicha que saber de la felicidad y plenitud de nuestros hijos.
Navidad definitivamente nos invita a la reflexión. Porque representa amor fraterno y al prójimo, pasión por las cosas buenas, solidaridad, dar y recibir afecto, oportunidad para superar diferencias entre hermanos, entre amigos; conciliar, dialogar, convivir, reír, sentir, abrazar. Engloba tantas cosas. Pero podría resumirlo en que Navidad es tiempo de paz. Que así sea.
Les deseo, ¡felices fiestas!
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