Antonio Machado Ruiz fue un poeta español, que formó parte de lo que se conoce como la generación del 98. Más que romanticismo, su obra siempre tuvo tintes de compromiso, al grado que muchos de sus poemas ya son parte de la sabiduría popular. Además con ideas libertarias y de igualdad de todos los hombres sin ninguna distinción, fue un defensor de la Segunda República Española.
Hoy, ahora que termina este año recuerdo uno de sus grandes poemas, o sí no el más conocido que hasta Serrat lo ha hecho música. Caminante no hay Camino lo recuerdo hoy y se me hace justo para esta ocasión.
El recuerdo de este poema, me viene como repaso en estos días, en donde hacemos una revisión de todos los proyectos e ideas que hemos emprendido, valoramos su importancia, y sobre todo, es el inicio de lo incierto, de algo que nos llena de esperanza y que siempre nos revitaliza con grande entusiasmo. Un nuevo trabajo, un nuevo proyecto, una nueva relación trae consigo nuevos anhelos y expectativas. Muchas veces las ideas de una empresa, suelen ser relativamente sencillas, pero poner la última piedra no suele ser tan fácil.
Cuando termina un año, suceden dos cosas: la alegría de comenzar un nuevo ciclo, pero también la melancolía de ver que no terminamos todo lo que nos propusimos. Sin embargo, los grandes proyectos requieren de un trabajo constante. Las grandes obras se componen de pequeños esfuerzos que se realizan todos los días.
Creo que es importante sentarse a meditar qué queremos lograr y hacia donde esperamos ir. Si no tenemos la constancia y la lucha diaria de construir las cosas grandes con pequeños detalles, nos quedaremos colocando primeras piedras, pero no acabaremos nuestras obras.
En estos nuevos días, los invito a que sus nuevos proyectos y empresas se evoquen a la solidaridad, a lo humano y no a las cosas triviales; les desea lo mejor para este nuevo año que comienza, su amigo Francisco Tobías y se despide con un extracto del poema de
Machado:
Caminante, son tus huellas el camino y nada más;
Caminante, no hay camino, se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino, y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino sino estellas en la mar (…)
Temblar súbitamente
y quebrarse,
Nunca perseguí la gloria,
Caminante son tus huellas, el camino y nada más,
Caminante, no hay camino, se hace camino al andar (…)
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