Saltillo|Monclova|Piedras Negras|Acuña|Carbonífera|TorreónEdición Impresa
Piden ONG’s que México proteja a tortuga caguama antes de que lluevan embargos Rick Harrison de El Precio de la Historia estará en CDMX Ninguna de las 32 entidades federativas tiene autosuficiencia productiva Cruz Roja en México alerta que criminales engañan a migrantes mediante plataformas digitales México promete apoyar a familia del connacional asesinado por un ranchero en Arizona

Zócalo

|

     

Opinión

|

Información

< Opinión

 

Coahuila

¡Tiene tatuajes!

Por Norma Alvarado

Hace 6 años

Hace algunos años, platicando con una amiga, le pregunté ¿Conoces a Filomena? (nombre ficticio, lo aclaro porque ya saben…surgen detalles) -No la soporto, me cae súper mal- Mi amiga me contesta: ¿De verdad? ¡Ella me ha dicho que tú le caes muuuy bien! Sorprendida, puse cara de… ¡Bueno, Ok! Pensé -mentirosa-. No habían pasado ni 5 minutos, cuando veo que Filomena se aproxima con una sonrisa afectuosa y cordial. Saluda de beso y así (Diría mi amiga Cristy). A medida que hablaba me di cuenta que su mirada era franca y sincera – no podía estar fingiendo tanto-, así que cambie mi actitud y empecé a tratarla con la amabilidad que me caracteriza (¡Ajá!). Para cuando acordamos ya estábamos en la gran “chorcha”. A partir de aquella ocasión, Filomena se convirtió en una de mis mejores amigas.

Generalmente, somos muy dados a juzgar por anticipado a los individuos sin siquiera conocerlos. Criticamos a las personas por su forma de expresarse, vestir o pensar, cuando en realidad tienen el libre albedrío de hacer lo que quieran con su cuerpo o vida en general. Cuando vemos a alguien con un tatuaje, pensamos: ¡Estuvo en la cárcel! Si es mujer, pésimo… ¡Es una loooca! Si se perforó su cuerpo… ¡Es de lo peor! Pasamos de simples mortales a ser jueces implacables de lo que para nosotros no es ni remotamente, normal. Sentenciamos y decretamos a los que, por alguna razón inexplicable, son raros y diferentes a nuestra forma de ser. Pero ¡Oh, diría la canción! -La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida… ¡Ay, Dios! Las apariencias engañan.

Si bien es cierto que una vida no basta para conocer a las personas. Que entre más conoces al ser humano, más quieres a tu perro, una buena o mala actitud, sí hace la diferencia.

Hace rato fui a una tienda de conveniencia, de esas que hay como 100 en la ciudad, al tratar de salir de reversa me encuentro que un auto mal estacionado, tapaba mi camino. Al volante una señora muy ufana se pintaba serenamente las pestañas. Presioné el claxon varias veces, y la mujer ni se inmutaba…seguía pintándose tranquilamente. En eso salió un muchacho del negocio, atacado de la risa, y me hacia señas de que la persona en el auto se estaba maquillando. Me dio tanta risa, que en lugar de enojarme me bajé y sonriendo me dirigí hacia la ventana y dije:- si quiere me espero a que termine de pintarse- Atacada de la risa me contesta- discúlpeme, no había visto que quería salir-. En otras circunstancias, me hubiera bajado con cara de King Kong, diciéndole hasta de que se iba a morir. Pero, el señor que salió sonriendo hizo que mi actitud fuera positiva.

Hay ocasiones que no es tan fácil modificar conductas, sobre todo si las tienes arraigadas de toda una vida. Pero, intentar ser positivo, estar en armonía contigo, con el medio ambiente y con los que te rodean, es un excelente inicio. Evita suponer lo que no existe, o que solamente está en tu linda cabecita, utiliza esa energía para crear cosas buenas. ¡No trates de cambiar a las personas, la gente es como es y tan, tan! ¡Mejor sé feliz y disfruta la vida a morir! ¡Aunque después te digan…Es una loooca! (o loooco, según sea el caso)

¡Feliz fin de semana, abrazote de oso!

Notas Relacionadas

‘Saltillon Valley’

Hace 11 horas

Punto de proselitismo

Hace 11 horas

Torreón: el debate más ‘Meh’ que se recuerde

Hace 12 horas

Más sobre esta sección Más en Coahuila

Hace 11 horas

‘Saltillon Valley’

Hace 11 horas

Punto de proselitismo

Hace 12 horas

Torreón: el debate más ‘Meh’ que se recuerde