Saltillo|Monclova|Piedras Negras|Acuña|Carbonífera|TorreónEdición Impresa
Los panistas del chongo ¿Y doña Licha?… Fuego amigo en Morena “Prenden” alertas en Acapulco y Chilpancingo por incendios Productivo inicio de gira económica por Asia: Manolo Aficionado de Rayados festeja gol burlándose contra Columbus Crew y después lo dejan callado

Zócalo

|

     

Opinión

|

Información

< Opinión

 

Coahuila

Un cepillo o dos

Por Dalia Reyes

Hace 6 años

La diferencia entre un viajero joven y uno no, radica más en cuánto paga el segundo por el sobrepeso que por el equipaje.

Los jóvenes son capaces de empacar su ropa interior en la bolsa lateral de su mochila viajera. No hay zapatos de repuesto, porque cualquier atuendo lo portan con los mismos tenis que usaron al salir de casa; los atuendos, por su parte, muy apenas suman tres piezas intercambiables.

Me hubiese gustado decirlo yo, de mi cosecha, pero ya Rosa Montero describió con bastante creatividad y brillantez en qué consiste aquello por lo cual los maduros rellenamos más maletas de las que podemos cargar con una sola mano, así se trate de salir un fin de semana. Aquí les comparto su lista luminosa.

“De joven eres capaz de recorrer el mundo con apenas un cepillo de dientes y una muda, mientras que, cuando te adentras en la edad madura, tienes que ir añadiendo a la maleta infinidad de cosas. Por ejemplo: Lentillas, líquidos para limpiar las lentillas, gafas graduadas de repuesto y otro par de gafas para leer; ampollas de suero fisiológico porque casi siempre tienes los ojos enrojecidos; pasta de dientes especial y colutorio contra la gingivitis, más hilo encerado y cepillitos interdentales, porque los tres o cuatro implantes que te han puesto exigen cuidados constantes; una crema contra la psoriasis o contra la rosácea o contra los hongos o contra los eczemas o cualquiera otra de esas calamidades cutáneas que siempre se van desarrollando con la edad; champú especial anticaspa, antigrasa, antiresequedad, anticaída; tinte porque las canas han colonizado tu cabeza; ampollas contra la alopecia; cremas hidratantes, cremas nutritivas, alisantes, antifacidez; lociones antimanchas; protector solar total porque ya te ha dado todo el sol que puedes soportar en veinte vidas; ungüentos anticelulíticos; podadoras de vellos nasales y auriculares; tiritas nasales adhesivas, molestas y totalmente inútiles, para atenuar los ronquidos; píldoras de melatonina, Valium o cualquier otro fármaco contra el insomnio y la ansiedad…”

La lista completa es por demás atractiva. Si le interesa conocerla, vaya a la novela La Carne, de Rosa Montero.

[email protected]

Notas Relacionadas

Productivo inicio de gira económica por Asia: Manolo

Hace 3 horas

Alista IEC 3 debates más: en Piedras Negras, Monclova y Sabinas

Hace 9 horas

Peleará Jaime Bueno un mayor presupuesto para Coahuila

Hace 9 horas

Más sobre esta sección Más en Coahuila

Hace 23 horas

Desde Asia con amor

Hace 23 horas

Combate a dos frentes

Hace 23 horas

Buenas noticias para Coahuila