General Motors cumple 90 años en México, y lo hace como uno de los pilares más sólidos de la industria automotriz nacional. Desde su llegada en 1935, la compañía no sólo ha ensamblado vehículos, ha transformado regiones, desarrollado talento y consolidado una red de manufactura e ingeniería que hoy es clave para la competitividad de México en el contexto del T-MEC.
La historia comenzó con apenas 36 empleados en una oficina de la Ciudad de México. Hoy, GM, que en nuestro país capitanea Francisco Garza, opera cinco complejos industriales, produce cerca de 900 mil vehículos al año -145 mil de ellos eléctricos- y emplea a más de 27 mil personas. Uno de cada cuatro autos fabricados en México en 2024 salió de una planta de GM, lo que confirma su liderazgo en volumen y calidad.
Pero el impacto va más allá de la producción. GM ha sido un actor central en la evolución de la cadena de valor automotriz mexicana. En 2024, compró 28 mil millones de dólares en partes y componentes a más de 650 proveedores locales, fortaleciendo el ecosistema industrial y generando empleos indirectos en múltiples estados.
Esta integración ha sido clave para cumplir con las reglas de origen del T-MEC, que exigen mayor contenido regional en los vehículos comercializados en América del Norte.
GM México no sólo exporta vehículos, también diseña y adapta tecnologías para el mercado norteamericano. Su centro regional de ingeniería en Toluca, con más de 700 ingenieros mexicanos, es un motor de innovación que demuestra que el talento nacional está a la altura de los estándares globales.
La planta de San Luis Potosí, reconocida por J.D. Power como la mejor del mundo en calidad de manufactura, es otro ejemplo del nivel que ha alcanzado la industria automotriz mexicana.
Este tipo de reconocimientos no sólo posicionan a GM, sino que elevan la reputación de México como destino confiable para la inversión industrial.
Además, GM ha sabido construir una red de distribución robusta, con más de 300 puntos de venta y servicio en todo el país, y una plataforma financiera que facilita el acceso a sus vehículos: 8 de cada 10 compradores lo hacen a través de GM Financial.
Esta infraestructura comercial ha sido clave para mantener la competitividad en un mercado cada vez más exigente.
En estos 90 años, GM también ha contribuido a la cultura automotriz del país. Modelos como la Chevrolet Suburban, el Corvette y el Cadillac no sólo han sido íconos de movilidad, sino símbolos de aspiración y progreso. El reciente anuncio de Checo Pérez como piloto de Cadillac en Fórmula 1 refuerza ese vínculo emocional entre la marca y el consumidor mexicano.
La industria automotriz está en plena transformación: electrificación, automatización, digitalización. GM ha comenzado a transitar ese camino con pasos firmes, pero el reto será acelerar la transición sin perder competitividad. México, como socio estratégico bajo el T-MEC, tiene una oportunidad única de consolidarse como hub de innovación y producción para Norteamérica, y GM está en posición de liderar ese proceso.
YA QUE HABLAMOS de la industria automotriz, la imposición de aranceles a autos chinos busca dar oxígeno a la industria automotriz de Norteamérica, pero no debe extenderse más allá de dos años, advierte KPMG. La medida permitiría reconfigurar cadenas de suministro y fortalecer capacidades locales frente a la innovación asiática. China lleva más de una década invirtiendo en tecnología automotriz, lo que se refleja en su creciente presencia global.
BANCO DONDÉ, presidido por Eduardo Dondé, avanza en su estrategia de digitalización con la integración de tecnología biométrica multimodal de Incode Technologies, buscando mejorar la experiencia del cliente en procesos como la apertura de cuentas. Aunque compite con bancos nativos digitales y minoristas que incursionan en servicios financieros, su modelo híbrido -que incluye 400 casas de empeño como sucursales físicas- le permite atender distintos perfiles de usuarios.
BITSO, LA PLATAFORMA de criptoactivos, estaría en proceso de adquirir los activos de la casa de bolsa de CIBanco, lo que marcaría un paso relevante hacia su consolidación como jugador financiero regulado. Aunque la operación aún requiere aprobación oficial, la transferencia de 250 millones de pesos refleja el interés serio de la firma dirigida por Daniel Vogel. En un entorno donde la regulación y la reputación son clave, la posible compra ocurre tras la desinversión de CIBanco, señalado por autoridades estadunidenses. El movimiento podría redefinir el papel de las plataformas cripto en el sistema financiero mexicano.
EL BANCO DE México se perfila para continuar con su ciclo de recortes a la tasa de interés, impulsado por la relajación monetaria de la Reserva Federal y la estabilidad del tipo de cambio. Aunque la inflación subyacente sigue siendo un foco de atención, el consenso de analistas prevé que la tasa cierre el año en 7 por ciento. La Junta de Gobierno enfrenta el reto de equilibrar el estímulo económico con el control de precios, en un entorno donde la política monetaria de Estados Unidos. ofrece mayor margen de maniobra.
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