Hoy Estado | Corea del Sur.- Lee Jae-yong, el heredero de Samsung detenido el pasado viernes por supuesta implicación en el caso de corrupción conocido como “La Rasputina surcoreana”, se encuentra en el ojo del huracán debido a la situación tan contrastante que vive.

Jae-yong es sospechoso de haber ordenado a varias filiales del grupo que realizaran pagos de hasta 43 mil millones de wones a la familia y fundaciones de Choi-Soon-sil (Rasputina Subcoreana) además de ser confidente de Park y ejercer enorme influencia sobre ella, todo esto a cambio de que la empresa obtuviera apoyo del Gobierno ante la fusión de sus dos filiales, asegurando así la sucesión de Lee.

Actualmente el empresario de 48 años, se encuentra en el centro de detención al sur de Seúl donde espera la decisión del tribunal tras una audiencia a puerta cerrada.

La Fiscalía presentó ante el Tribunal del Distrito Central de Seúl pruebas para solicitar el arresto de Jae-young por obstrucción de la justicia y violar la ley reguladora de transferencias de activos al extranjero.

Ante la acusación Samsung declaró:

“Haremos todo lo posible para asegurar que la verdad sea revelada en futuros procesos judiciales”.

El arresto significa mucho para los ciudadanos de Corea del Sur, quienes desde hace algunos años demandan justicia ante los estrechos vínculos existentes entre los grandes grupos familiares y la clase política. Hasta el momento investigaciones aseguran que al menos 53 compañías distintas hicieron donaciones directa e indirectamente a Choi.