Edomex.- Al citar que el Estado de México es la entidad federativa con más niños y niñas que viven en situación de pobreza a nivel nacional, Dailo Allí, portavoz del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), el cual tiene presencia en 193 países, advirtió que la violencia en la primera infancia; es decir, antes de los cinco años de edad, crea un estrés tóxico que no permite que el cuerpo del niño absorba los nutrientes de la comida.

Esto impacta en su desarrollo físico y mental, porque si no tiene nutrientes a nivel mental, el niño no crece, no se desarrolla intelectualmente, por lo tanto, tiene menos habilidades para poder estudiar y la educación está relacionada con el embarazo adolescente”, indicó.

Por lo tanto, hizo un llamado a los candidatos a gobernantes del Estado de México, a que dejen de intentar “reinventar la rueda”, pues lo viable es poner en marcha una política integral, imaginando cómo se quiere que estén en unos años los niños y niñas de este estado: sanos, felices, con educación y salud, y para eso están las herramientas, pero, dijo, solo es cuestión de voluntad.

Dailo Allí detalló que para tener una infancia sana en sus diferentes directrices en el Estado de México, es importante contar con los siguientes elementos: la integralidad, que incluye temas como la prevención y detección de la violencia; el desarrollo social motor cognitivo y de lenguaje, la educación y salud, así como tomar en cuenta el ciclo de la vida, ya que no son las mismas necesidades que tiene un niño de un año al de tres o el de cinco o de 17.

Otro factor es la equidad, es decir, la atención que se requiere en cada una de las etapas, porque, en muchos casos, se presta gran importancia a determinados grupos de edad y se deja en el olvido a otros.

Para los infantes se debe contemplar, además, la importancia de la familia y su comunidad, factores relevantes como agentes promotores de su desarrollo, “son la referencia familiar, de valores, intelectual y en ellos tenemos que enfocar parte de nuestros esfuerzos, para tener un sistema integral de medición del desarrollo en la primera infancia, para medir los avances y poder reorientar los esfuerzos y los recursos en el esquema de gobernanza que permita su éxito”, finalizó Dailo Allí.