Ciudad de México.- El eco de la alerta sísmica hizo trizas la idea del descanso en la Ciudad de México a las 12:56 de este lunes. El miedo a que la tierra se moviera una vez más dejó intranquila a la capital, que no pudo conciliar el sueño ante la idea de una tragedia inminente.

La madrugada cobijó a todos los que al escuchar la advertencia de peligro abandonaron sus casas.

El temor de que se fracturen los edificios que aún no son demolidos; que más estragos afecten a las construcciones resentidas por el terremoto del pasado 19 de septiembre y los sismos que lo sucedieron o que la sacudida tenga la fuerza suficiente para convertir en ruinas su patrimonio cada vez es una idea más frecuente.

Sin embargo, el verdadero epicentro de la devastación fue una vez más Santiago Pinotepa Nacional, es Oaxaca.

La réplica de 6 grados en la escala de Richter impactó al municipio, junto con las más de 2 mil 461 alteraciones registradas por el Servicio Sismológico Nacional desde el 16 de febrero.

A consecuencia, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) informó este lunes que activó el Plan DN-III en Oaxaca.

Los municipios atendidos en una primera instancia por el Ejército serán Pinotepa, Puerto Escondido y Santiago Jamiltepec, este último fue en el que la misma noche del 16 de febrero cayó el helicóptero militar, en el que viajaban el secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete y el gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, lo que dejó un saldo de 13 civiles muertos.

Por su parte, la coordinación de Protección Civil de Oaxaca suspendió las clases en toda la entidad.

El Gobernador informó que se activaron los protocolos de seguridad, sin que se reportaran afectaciones, y el secretario de Desarrollo Social, Eviel Pérez Magaña aseguró que tanto en Santiago Jamiltepec como en Pinotepa Nacional se garantizará la entrega de despensas y agua potable.

Los oaxaqueños, que tratan de mantener sus actividades cotidianas en medio de la actividad sísmica, también reavivan su inconformidad por la falta de reconstrucción y repartición de los recursos de la comunidad internacional y de los connacionales a las zonas afectadas desde septiembre, un sentimiento que crece junto al temor de que las réplicas se vuelvan cada vez más intensas.

IGUAL EN MAGNITUD; ESCENARIO DISTINTO

El sismo del 16 de febrero registró una magnitud de 7.2 grados en la escala de Richter, pero estuvo muy lejos de ser tan destructivo en la CDMX como lo fue el movimiento telúrico del pasado 19 de septiembre, a pesar de que este último tuvo una magnitud de 7.1 grados.

Víctor Cruz-Atienza, jefe del Departamento de Sismología del Instituto de Geofísica en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explicó que hay dos razones principales: la distancia y el tipo de sismo registrado.

Cruz-Atienza expresó que el sismo de hace cuatro meses tuvo como epicentro a Axochiapan, Morelos, a unos 113 kilómetros de la Ciudad de México, mientras que los recientes sismos tuvieron su epicentro cerca de Pinotepa Nacional, Oaxaca, a más de 400 kilómetros de distancia.

En cuanto al tipo de sismo, planteó que el movimiento ocurrido el pasado viernes fue un sismo interplaca, mientras que el de septiembre fue intraplaca, una diferencia que determina su efecto más allá que la idea de oscilatorio y trepidatorio, puesto que esas son las sensaciones de quienes perciben el movimiento, aunque este depende de la región –en el epicentro puede ser vertical y en otra zona horizontal o incluso de ambos sentidos–.

Además, el especialista manifestó que otra variable que puede ser considerada es el tipo de suelo de la CDMX, ya que está compuesto de arcilla, que proviene de depósitos de antiguos lagos y está saturado en agua.

“Cuando los sismos vienen de donde han ocurrido y entran en la cuenca, las ondas sísmicas se amplifican. Y esto es lo que ocurrió en septiembre de 1985, en septiembre de 2017 y febrero de 2018”, concluyó.

HUNDEN SISMOS A LA CDMX

Según el Centro de Investigación en Ciencias de Información Geoespacial (Centro Geo), dependiente de Conacyt, de julio a octubre del 2017, la CDMX aceleró su hundimiento desde los sismos del 7 y 19 de septiembre.

José Ignacio Chapela, su director, presentó a la Comisión de Reconstrucción un estudio que explica que, a diferencia del promedio anual de desnivel de 2.5 centímetros, tras los sismos se registraron hasta de 25 centímetros.

Se experimentaron desplazamientos desde 16.1 hasta 25 centímetros en Coyoacán, Benito Juárez, Venustiano Carranza, Iztapalapa y el noreste de Gustavo A. Madero, además de Nezahualcóyotl en el Edomex.

El análisis se realizó con la técnica de interferometría de radar para detectar con sensores satelitales cambios físicos de la tierra y su desplazamiento, el cual fue comparado con registros de fechas anteriores.

‘PROTOCOLO SIN PROTAGONISMO’

Ante las críticas por el accidente en helicóptero que provocó la muerte de 13 personas el pasado 16 de febrero en Oaxaca, el secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida explicó que el viaje era parte del protocolo de emergencia.

Al enviar sus condolencias a los familiares de las víctimas e informar que la próxima semana buscará entrevistarse con ellas, Navarrete Prida aclaró que está bien de salud, de acuerdo con el reporte médico que le fue practicado luego del incidente en el que lamentablemente hubo pérdidas humanas.

Con tono optimista, aunque “adolorido”, el funcionario federal hizo votos porque este tipo de incidentes no vuelvan a ocurrir nunca más.

La voz de la ‘tierra que se sacude’

Dos palabras bastan para arrebatarle la tranquilidad a millones de personas en la CDMX.

“Alerta sísmica, alerta sísmica, alerta sísmica, alerta sísmica”, repite cuatro veces, con un zumbido perturbador de fondo, una voz que forma parte del catálogo sonoro de esa metrópoli. Su dueño: Manuel de la Llata García.

Cuando el Centro de Instrumentación y Registro Sísmico (CIRES) creó el sonido de la alerta en 1993, él ya tenía 25 años de carrera como actor de doblaje.

La voz de la alerta sísmica ya estaba acostumbrada a salvar personas, al menos en la ficción. Dobló al español a Clark Kent/ Superman, en 1978, así como a Han Solo en una de las versiones de doblaje de Star Wars y al jefe de Los Ángeles de Charlie.

Meses después del terremoto de 1985, un grupo de especialistas y autoridades, formó la asociación civil Centro de Instrumentación y Registro Sísmico, con el objetivo de crear la infraestructura para detectar y alertar un sismo.

“Se le pidió que participara en la alerta. No hubo casting, fue decisión directa. Lo que querían era un sonido que no fuera de catálogo, que fuera original y difícilmente reproducible”, explica Carlos García, gerente de la Asociación de Radio del Valle de México (ARVM), donde De la Llata fue locutor institucional.

El 14 de junio de 2016 sufrió una embolia cerebral y murió a los 72 años. El domicilio donde pasó sus últimos 17 años, retirado y dedicado al campo fue el rancho El Carmen, en Querétaro. (Con información de The New Tork Times)

¿NEUROSIS?

» Tras la réplica de 6 grados que reavivó el pánico se extendieron recomendaciones para saber manejar el temor a un movimiento telúrico.

» Entre las reacciones de estrés identificadas por psicólogos se encuentran: ataques de pánico, crisis nerviosas, agotamiento, angustia, ansiedad, pesadillas, insomnio, depresión, irritabilidad, recuerdos de una escena traumática e incluso dolores y contracturas musculares.

» Por eso se advierte que es necesario razonar que se trata de un evento natural; prevenir y tomar precauciones a la par de las recomendaciones de las autoridades. Si el malestar persiste más de una semana después de que se registrara un sismo recomiendan que busquen ayuda de un especialista.

EMERGENCIA

» La Coordinación Nacional de Protección Civil emitió el pasado domingo una declaratoria de emergencia para 33 municipios en Oaxaca, entre ellos Pinotepa Nacional y Santiago Jamiltepec.

» Con la Declaratoria de Emergencia, se activan los recursos del Fondo para la Atención de Emergencias y Desastres Naturales (Fonden).