Nava, Coah.- El negocio de la agricultura está operando en números rojos y para este ciclo de Otoño-Invierno mil hectáreas de trigo no serán sembradas en la Región de los Cinco Manantiales, anunció Juan Antonio Osuna Cárdenas, representante de los productores.

Entre los factores influye el bajo precio por tonelada, nulo apoyo de ProAgro y lo caro del diésel, fertilizante y refacciones por mencionar algunos que definitivamente desalentaron a los trigueros en trabajar sus tierras porque ya no le es redituable.

Salvo en casos como el propio Juan Antonio Osuna, aún con la maquinaria y equipo de su propiedad, a pesar del escaso margen de utilidad cultivará sus mil 200 hectáreas en esta temporada.

Indicó que de acuerdo al listado de agricultores que año con año comprometen tiempo y recursos con la molinera el Fénix por contrato, en esta ocasión se redujo considerablemente a un 25 por ciento.

“No van a sembrar este año y lo atribuyen a los elevados costos de producción, de tal manera que de cuatro mil hectáreas que se sembraban de trigo, quedará en tres mil”.

Mientras que unos productores ya dijeron que dejarán de sembrar por completo, otros lo harán al 50 u 80 por ciento de su
capacidad.

“De esta nueva lista de agricultores ya se compartió la información para que aseguren la semilla que será utilizada, en tanto se trabaja en la preparación del suelo e iniciar la siembra a partir de los primeros de diciembre”.

El presidente del sistema producto trigo de la Fundación Produce en Coahuila manifestó que todavía el año pasado se logró levantar una cosecha de 15 mil toneladas de trigo, una cantidad óptima, pero para esta temporada oscilará entre las diez mil y 12 mil toneladas, por las razones señaladas.

Este dato es preocupante, comentó Juan Antonio Osuna, pero tal parece que pasa desapercibido por quienes regulan a la baja el precio del básico, aunado a la nulidad de apoyos que se generaban a través de distintos programas para estimular la producción.

Las condiciones para sembrar son óptimas puesto que las tierras cuentan con la suficiente humedad para trabajarlas derivado de las copiosas lluvias registradas, pero en contraste los agricultores no cuentan con el capital para invertir.

“Desde la cosecha pasada ya empezaron a patinar los agricultores, porque con 3 mil 500 pesos por el precio de tonelada muy apenas se cubren los costos de producción y la utilidad es prácticamente mínima”.

Aunque se prevé por parte de Apoyos y Servicios a la Comercialización Agropecuaria de Sagarpa con 250 pesos más por tonelada, lo consideran insuficiente y los productores están renuentes en sembrar.

Con respecto al apoyo del ProAgro, este prácticamente se desplomó puesto que de 963 pesos por cada hectárea que captaron todavía hace dos años, cayó a 180 pesos, estímulo raquítico que por cierto todavía se debe a los productores de la siembra anterior.

“Siguen en espera los agricultores de ese estímulo por parte del gobierno, es decir el ProAgro no ha cumplido en lo que va del 2017”.

Desgraciadamente esto desalienta a los productores. No les cumple con lo prometido, aunque es poco, pero no les han pagado y ya tienen encima el siguiente ciclo de siembras.

Otro de los factores que afecta a los agricultores del norte del país es en la baja de precios por la competencia del vecino país, puesto que México es el principal importador de granos de Estados Unidos y de Canadá.

“Nada más en el trigo cristalino somos autosuficientes para las necesidades del país, pero el 80 por ciento del trigo restante es importadoy ahí no se puede competir”.

Si este factor no bastara está el precio de tonelada de trigo que en estos momentos oscila a 210 dólares por tonelada, pero es un precio internacional y están sujetos a los altibajos del dólar, comentó.

Enseguida estimó que es importante la intervención del gobierno federal para que analice el ingreso objetivo de los granos, porque el precio básico quedó bajo y urge una actualización apegada a la realidad de los costos.

Por lo pronto, puntualiza Osuna Cárdenas, la producción de trigo disminuirá en municipios como Zaragoza en donde 200 hectáreas no serán cultivadas; 100 en Morelos; 100 en Villa Unión; 100 en Guerrero y 500 más en Nava.

En esta ocasión los productores prefirieron no arriesgar sus capitalesy otros porque no cuentan con la inversión para ello.

Recordó que 2017 cerrará como uno de los peores años en materia de agrícola. Hay que recordar la devastación general causada por el pulgón amarillo al sorgo en toda la Región Norte, al acabar con toda la producción, generando pérdidas de las que aún no se reponen.

Sin embargo, el tiro de gracia lo representó el alza en los insumos como el fertilizante, diésel y refacciones agrícolas como los factores principales, sostuvo.

Ante la pregunta final sobre el futuro que les depara a los agricultores, dijo que es incierto aunque tal vez se busque alternativas, pero mientras no se generen subsidios del gobierno para rescatarlos, la situación se pondrá más difícil, finalizó Juan Antonio Osuna.