Ramos Arizpe.- Flores de todos tipos sobre todo crisantemos; agua, comida, pan, vino a discreción, velas e inciensos, rezos, cantos y música interpretada por grupos norteños, fueron algunos de los elementos que se vieron presentes en la tradicional celebración del Día de Muertos, en el panteón municipal San Nicolás de Tolentino, de la colonia Eulalio Gutiérrez.

El panteón es uno de los dos camposantos que hay en la ciudad. Arraigado porque se localiza en un populoso sector del municipio y porque desde la carretera Monterrey-Saltillo se puede apreciar la operatividad del lugar.

A pie o en automóvil cientos de familias acudieron los días 1 y 2 de noviembre para visitar a sus santos difuntos  y  honrar su recuerdo; dar mantenimiento y adornar con flores y velas las tumbas que albergan a sus seres queridos.

La familia Mata Dávila visita año con año la tumba de quien fue el padre de cinco hijos. Para ellos, es toda una tradición asistir cada 2 de noviembre a este panteón, para que doña Anastasia, de 77 años, se encuentre con su difunto esposo Jesús Mata.

Sus hijas Ninfa y Delia siempre la acompañan y este año decidieron colocar una bocina sobre la cripta para tocarle a su papá las melodías rancheras que tanto le gustaban. Ellas viajan desde la colonia Esmeralda hasta el panteón para honrar a su padre fallecido.

Para Juan Carlos Gaytán y Guadalupe Pérez, este día es una tradición heredada a través de la familia, de generación en generación, que se va arraigando en sus creencias. “Siempre venimos y ahora decidimos traerle al conjunto Relámpagos del Norte para que interpretara algunas melodías”, dijo la pareja que se posó junto a la tumba de Santiago Pérez, padre de la señora Guadalupe.

En los pasillos del panteón resuenan canciones como El amigo que se Fue, Amor Eterno, La Nave del Olvido, Cuatro Cirios, Cruz de Madera, Cucurrucucú Paloma, Camino de Guanajuato y demás canciones populares interpretadas por norteños y tríos.

Pedro Castillo, integrante del conjunto Los Relámpagos del Norte, dice que las piezas que pide la gente son muy variadas, pero las melodías de José Alfredo Jiménez, Vicente Fernández, Chalino Sánchez, Javier Solís, ente otros, son siempre las preferidas.

Afuera del panteón San Nicolás, los carros y las pipas no dejan de llegar, mientras elementos de tránsito se encargaron de coordinar el tráfico y a quienes se quieren estacionar para comprar flores o contratar a un panteonero para limpiar las tumbas.