Ciudad de México.– La crisis de vivienda en la capital mexicana alcanzó un nuevo y dramático nivel con el caso de Sergio Varela, un estudiante de 20 años que optó por habitar una cisterna debajo del estacionamiento de un edificio. Su “house tour” viral en TikTok desató un debate sobre los costos de renta en la Ciudad de México y la presión de la gentrificación.

La elección entre la cisterna y las tres horas de tráfico

Sergio, estudiante de Ingeniería Biomédica en el Tecnológico de Monterrey, Campus Ciudad de México, tomó la inusual decisión tras hartarse de recorrer diariamente más de 90 kilómetros desde su natal Atizapán, un trayecto que le tomaba entre una y tres horas.

Con recursos limitados y negado a compartir un “cuarto de estudiantes” que consideraba “iguales o peores que estar aquí en la cisterna”, un familiar le ofreció el pequeño sótano. Sergio lleva 10 meses viviendo en el espacio, que adaptó para incluir una cama, televisión, computadora y una rudimentaria “cocina” con microondas y parrilla eléctrica.

” La verdad es que yo creo que se me hace bastante decente”, comentó el joven, a pesar de las obvias carencias.

Un espacio digno, pero sin baño ni desagüe

El principal desafío fue introducir los muebles a través de una pequeña escotilla de 85×85 centímetros. El espacio no cuenta con baño —por lo que debe subir al primer piso— ni desagüe. Sergio solucionó lo segundo con un bote de 50 litros debajo del lavatrastes, que debe vaciar manualmente.

Pese al ruido del estacionamiento, Sergio prioriza su cercanía con la escuela (a solo 15 minutos) y, sobre todo, la privacidad. Aunque su familia se muestra renuente, él afirma: “me siento contento aquí”, con la meta de terminar su carrera para poder mudarse a un espacio “normal”.

Renta imposible y nuevas regulaciones

El caso de Sergio ilustra el grave desequilibrio en la CDMX. El precio promedio de renta supera los 12 mil pesos mensuales, mientras los ingresos de muchos jóvenes profesionistas y estudiantes apenas rondan los 7 u 8 mil pesos. El aumento de la demanda, la especulación inmobiliaria y plataformas como Airbnb han disparado los costos, obligando a muchos a buscar soluciones precarias.

Ante esta crisis, el Gobierno de la CDMX promulgó en agosto de 2024 reformas para limitar el aumento de las rentas al porcentaje de la inflación anual, buscando frenar el encarecimiento desmedido de la vivienda.