Internacional
Por
Agencias
Publicado el sábado, 24 de septiembre del 2011 a las 04:40
BBC / El cadáver apareció carbonizado cerca de una estufa, pero el fuego encendido en esta no fue la causa de la muerte. La conclusión forense causó sorpresa: combustión humana espontánea.
La víctima de lo que se considera como el primer caso de su tipo registrado en Irlanda era un hombre de 76 años de edad llamado Michael Faherty, quien murió en su casa en Clareview Park, Ballybane, Galway, el 22 de diciembre de 2010.
La causa de su muerte intrigó a los especialistas hasta que finalmente un médico forense, Ciaran McLoughlin, dictaminó combustión espontánea.
McLoughlin explicó que en 25 años de práctica profesional nunca había visto un caso similar.
“El incendio fue investigado de forma exhaustiva. Mi conclusión es que corresponde a la categoría de combustión humana espontánea, para la que no existe una explicación adecuada”, añadió.
ESCEPTICISMO
El fenómeno es descrito como la incineración de personas vivas sin una fuente externa de ignición aparente.
Y aunque, según la prensa británica, se han reportado unos 200 mil supuestos casos en todo el mundo en los últimos 300 años, la mayor parte de ellos no han sido verdaderamente investigados.
Los casos modernos en general se han reportado cuando los investigadores policiales y los bomberos han encontrado cadáveres quemados, pero no muebles u otros objetos cercanos al cuerpo, como ocurrió en el caso de Michael Faherty
El cuerpo humano está formado sobre todo de agua, y sus únicos componentes que se queman fácilmente son el tejido graso y el gas metano, por lo que las posibilidades de la combustión espontánea parecen remotas.
Pero los partidarios de la teoría han ofrecido explicaciones tan variadas como el alcoholismo, la intervención divina, la obesidad y la electricidad estática.
» Se han reportado unos 200 mil supuestos casos en todo el mundo en los últimos 300 años, la mayor parte de ellos no han sido verdaderamente investigados.
» Las teorías más recorridas es que la combustión espontánea se debe a la grasa corporal o a la ingesta excesiva de alcohol por tiempo prolongado. SIN CAUSAS APARENTES
Al examinar la casa de Faherty, los expertos forenses encontraron un fuego en la estufa de la sala de estar pero ninguna causa que explicara suicidio o asesinato.
Se descartó la presencia de sustancias inflamables o de que alguna persona haya entrado en la vivienda.
Aunque en un inicio la policía selló la propiedad temiendo que se tratara de un crimen, lo único que se encontró fue el cuerpo carbonizado, así como el techo quemado encima del cadáver y el fragmento del suelo donde estaba tendido.
El doctor McLoughlin dijo que había consultado libros de texto médicos y llevado a cabo otras investigaciones en un intento de encontrar una explicación al fenómeno.
Al final determinó que su veredicto de combustión espontánea es el más adecuado. La familia del fallecido está de acuerdo con el fallo aunque lamenta la ausencia de explicaciones concluyentes.
UN MITO QUE HA TRASCENDIDO EL TIEMPO
Ya en la antigüedad VIRGILIO cuenta que una llama salió del cuerpo de una mujer llamada Julia, lo que se conoció como ignis lambens, algo así como el fuego que lame sin llegar a quemar.
En 1644 según se lee en el Journal of Medicine de 1786, hay una carta de un Dr. René Moreau datada en 1644 quien habla de una llama que salió del estómago de una mujer muerta en Lyon al parecer semejante al mencionado ignis lambens.
Según se cree fue BARTOLINO el primero que describió el primer caso de combustión humana espontánea (C.H.E.) en 1663, seguido por otros casos descritos por LECAT en 1725.
El caso que describe BARTOLINO se refiere a una mujer que hacía varios años que sólo bebía aguardiente y se hizo tan combustible por esta razón según este autor que un día se la encontraron reducida a cenizas en su lecho. Sólo quedaban de su cuerpo el cráneo y las extremidades de los dedos.
El caso de LECAT es descrito el 20 de febrero de 1725 y fue publicado años más tarde en una obra póstuma de este cirujano. Sería este caso el que introduciría en los libros de Medicina Legal la teoría de la C.H.E. Cuenta LECAT que pasó unos meses en Reims el año 1724 alojándose en la casa de un señor Millet cuya mujer se emborrachaba a diario. Esta mujer fue encontrada consumida el 19 de febrero de 1725 en su cocina. Del cuerpo quedaba solamente una par te de la cabeza de las extremidades inferiores y algunas vértebras que se habían librado de la combustión.
Los muebles cercanos no habían sufrido ningún daño a causa del fuego. El cirujano Chretien recogió los restos con todas las formalidades judiciales. El marido contó que su mujer, no pudiendo dormir, se levantó durante la noche y se fue a la cocina. El Sr. Millet se durmió pero como dos horas después se despertó a causa de un olor nauseabundo. Se levantó, corrió a la cocina y encontró a su mujer reducida a pavesas junto al fuego que al parecer había intentado encender.
En principio fue acusado de haber quemado él a su mujer, pero la corte que le juzgó dictaminó que era inocente de aquel crimen y que no había intervenido arreglando las cosas para que pareciese un accidente y que se trataba de un caso de combustión espontánea. Pero los sufrimientos y la tristeza acabaron con la salud del Sr. Millet que terminó sus días en un hospital después de aquel ruidoso proceso.
CASOS
Notas Relacionadas
Hace 2 horas
Hace 3 horas
Hace 3 horas
Más sobre esta sección Más en Internacional
Hace 3 horas
Hace 5 horas
Hace 5 horas
Hace 5 horas
Hace 5 horas
Hace 6 horas
Hace 6 horas
Hace 6 horas
Hace 8 horas
Hace 9 horas
Hace 22 horas
Hace 1 dia