Edith Mendoza | Saltillo.- Su último deseo era que sus cenizas fueran esparcidas a lo largo del “Indio Dormido” de la Sierra de Zapalinamé, majestuosa fuente de vida de la tierra que lo vio nacer, misma que pasaba horas contemplando en cada visita que realizaba a Saltillo.

El teniente Felipe Bacio Cortés murió en el cumplimiento de su deber, piloteando el helicóptero que se desplomó la semana pasada, accidente en el que perdió la vida junto a Francisco Blake Mora, quien se encargaba de la política interna, y otros tripulantes.

Al mediodía de ayer, entre la consternación de la familia, una de sus hermanas entró a la capilla de velación Memorial Garden llevando las cenizas dentro de la urna que fue colocada en una mesa junto a una gorra del piloto y la Bandera Nacional.

EL AMOR A SU FAMILIA

“Mi papá siempre se sintió orgulloso de ser parte de Saltillo agradeció el apoyo de los coahuilenses. (…) Siempre llegaba y nos compartía su alegría, estudiábamos juntos para sacar buenas calificaciones en la escuela. Era muy alegre. Viajé muchas veces con él, me llevaba cada vez que podía”, mencionó su única hija Amanda quien estudia el primer grado de secundaria.

Siempre la apoyaba en todo. Lo vio por última vez el miércoles. Fueron a tomar café y a pasear a su perrito al parque. Si tuviera la oportunidad de verlo de nuevo, “lo abrazaría muy fuerte y le diría que no se volviera a ir”.

Su esposa Cristina Moreno Estrada, destacó las palabras del presidente Felipe Calderón hacia los deudos, quien reiteró que cada uno de los que perecieron en el accidente fueron personas íntegras y muy trabajadoras.

“Yo estoy orgullosa de haberme casado con este hombre tan maravilloso. Mi esposo era piloto rudo en el Ejército Mexicano, volé como tres veces con él, y en el Estado Mayor unas dos veces, fue una experiencia maravillosa”, dijo Cristina.

Después de ser velado en la capilla, se efectuaría un homenaje en las instalaciones del Tec de Saltillo, y después una misa en la iglesia de San José.

Probablemente en un tiempo sus cenizas serían esparcidas en la sierra de Zapalinamé, ya que por obvios motivos, el proceso de duelo ha sido difícil para su familia.

El Gobernador recuerda a piloto

Por: Claudia Olinda

A escasos días de haber sufrido el asesinato de su sobrino, el gobernador Jorge Torres López reapareció en público para acudir al homenaje en honor del piloto Felipe Bacio, que se le rindió en el Instituto Tecnológico de Saltillo.

“Para él era siempre un honor ser de Saltillo –dijo a su salida del recinto– era una persona que quería mucho a su ciudad y que donde anduviera, en cualquier parte del mundo, siempre hablaba bien de Saltillo”.

“Se le hizo un gran homenaje, muy merecido, aquí en el Tecnológico donde estudió. Así es la vida y lo único que deseamos es la pronta resignación para la familia. Yo no pude estar en México y quería acompañarlos”.

Asimismo, habló de su retiro al término de la administración y descarto, por lo pronto que vaya a la búsqueda de una Senaduría.

“Vamos a estar con la familia y luego veremos, Es importante en estos puestos que son un alto honor y una gran responsabilidad, muchas veces uno no tiene el tiempo que quisiera con la familia y vamos a dar un tiempecito, aquí en Saltillo que está muy bonito. Soy muy familiar, estaré con la familia”, señaló.

Y agregó que se trabaja fuertemente en el cierre de la administración en particular, preparando informes para que los funcionarios que asuman su cargo cuenten con un “resumen de qué es lo que es su secretaría, cuales los programas, de qué se trata, qué cosas hay pendientes para que la siguiente administración tenga toda la información”.

Familiares y amigos le rinden cálido homenaje

Por: Rebeca Ramírez

Al egresado, al ex jugador del equipo de Burros Pardos, al ex integrante del equipo de montañismo, al atleta y sobre todo al amigo, rindió un homenaje el Instituto Tecnológico de Saltillo, la urna con las cenizas del teniente coronel Felipe Bacio Cortés llegaron a lo que fue su alma mater, a donde amigos y familiares se dieron cita para homenajearlo.

Desde la explanada y durante el ingreso de la urna a las instalaciones del Tec no se dejaron de escuchar los aplausos, cuando primero sus amigos y después elementos del Ejército la trasladaban al interior de las instalaciones, donde los estudiantes ya lo esperaban en las escalinatas y en los pasillos de los pisos superiores para ser testigo del homenaje que el ITS rendía a uno de sus egresados.

SUS SERES QUERIDOS

La primer guardia de honor quedó a cargo del gobernador Jorge Torres López y de familiares de Bacio Cortés, entre ellos su esposa Cristina y su hija Amanda, tiempo después tocó a sus amigos rendirle también un tributo.

El primer mensaje a los presentes estuvo a cargo de Sandra Bacio Cortés, hermana de Felipe, quien recordó que su hermano era un orgulloso saltillense, cuyo espíritu hoy descansa en la eternidad, pero que hoy los ha convocado en su amada tierra Saltillo y en lo que fue su segunda casa, el Instituto Tecnológico de Saltillo, donde encontró entrañables amigos y destacó como notable deportista.

Felipe dijo fue un extraordinario hijo que siempre estuvo pendiente de sus padres, fue un hermano excepcional que en cada momento mostró con palabras, con aliento y con un cálido abrazo su apoyo incondicional, así como al padre ejemplar, íntegro y extraordinario que estuvo orgulloso de su hija y de su esposa.

LOS HONORES QUE MERECE

A nivel profesional fue un egresado también de la Fuerza Aérea Mexicana que obtuvo el grado de teniente coronel a una corta edad, sirvió al Estado Mayor Presidencial donde se desempeñó eficazmente como un experimentado piloto aviador de helicópteros, pero hoy Saltillo y su amada Sierra de Zapalinamé serán testigos de su presencia porque era donde deseaba descansar. “Hoy en Saltillo nos invade la tristeza al despedirte, pero queremos despedirte con los honores y tributos a los que mereces, gracias Felipe por permitirnos contar con tu valiosa presencia en esta vida y ser testigos de tus enormes logros y éxitos, de la felicidad de verte disfrutar cada segundo de la vida y la plenitud de ella”.

Por su parte, el director del ITS Jesús Contreras García recordó que Felipe Bacio estudió en el Tecnológico de Saltillo en 1985, donde se caracterizó por ser inquieto como todos los jóvenes, quien canalizó su energía, su propósito y objetivos para con su familia y con su país.

Consternado se encuentra el Tec de Saltillo por su pérdida, pero también honrados porque se caracterizó por ser una persona que puso en alto no sólo a su ciudad natal, sino también al Instituto Tecnológico de Saltillo. Posteriormente, durante este homenaje póstumo, se entregó a su familia el pabellón del escudo de armas de Coahuila, pero también por parte de las Fuerzas Aéreas se les entregó la Bandera Nacional, manto protector de todos los mexicanos y se recordó que Felipe “seguramente con la máquina en marcha él seguirá su ruta de vuelo,”.

Las palabras dejaron paso a la banda de guerra del Ejército, quienes con sus tambores y trompetas rindieron durante un par de minutos su homenaje al piloto caído, a su término, continuó la rondalla del Tec, quienes no podían dejar de despedir a uno de sus más notables egresados.

SUS AMIGOS

Además de su faceta como estudiante, otra más que lo distinguió dentro del Tec de Saltillo fue la de deportista, uno de sus amigos y compañero del equipo de futbol Burros Pardos por allá de los mediados de los 80, Eliodoro Castro lo recuerda como “un buen compañero, un buen elemento de disciplina y de entusiasmo con todos los integrantes, amigos y compañeros del equipo”.

Mientras que coincidió en atletismo con Javier Rincón, quien lo recuerda como un “excelente atleta y seleccionado nacional en múltiples ocasiones, era disciplinado, trabajador”.

Asimismo otra de las actividades que realizó fue en el montañismo, Elías Perales recordó que entre 1985 y 1986 compartieron esta actividad aunque él era dos o tres años mayor, “él era de los más grandes y nos servía de guía para los que acabábamos de entrar, fue muy buen amigo y compañero”.

ERA UN HOMBRE EXCEPCIONAL: SU ESPOSA

Mientras que su esposa Cristina, momentos antes de que empezará el homenaje póstumo, comentó que su esposo fue un hombre excepcional, inteligente, muy comprometido y entregado a su profesión, a su familia y a sus amigos, como marido fue excelentemente bueno, fue justo y protector, asimismo “era el mejor piloto que había en el hangar”.

Pero también recuerda que siempre estuvo muy orgulloso de Saltillo y aunque viajó por muchos partes del mundo, él siempre decía “soy mexicano, pero soy saltillense”.