México DF.- El día esperado para Angélica Vale y Otto Padrón se cumplió ayer, su anhelada boda en
México.

Y aunque no pudieron casarse por la ley civil como lo habían planeado, porque la pareja ya contrajo nupcias ante la ley de Estados Unidos, la actriz aseguró el viernes en entre vista a Notimex que sí habría enlace religioso y subrayó que las leyes en México no le permitieron una unión por lo civil, en la cual tendría como padrinos a Jaime Camil padre, Jaime Camil hijo y Juan José Origel.

“No me dejaron casar aquí, dijeron que como ya me había casado en Estados Unidos ya no se podía. De esto me enteré ayer (jueves) en la tarde y se tuvieron que cambiar todos mis planes, porque ya hasta tenía a las personas que serían los testigos”, abundó.

En tanto, para su boda religiosa que sí se llevaría a cabo, entre el menú que pidió se encuentra el mole de novia.

“Yo no voy a pedir cosas con nombres raros, pedí que la comida fuera mexicana que es considerada como un patrimonio de la humanidad y vamos a dar mole de novia, un mole blanco”.

Vale se casó hace una semana con Padrón en Miami y ayer lo hizo en México, en el Colegio de las Vizcaínas, esperaban cerca de mil 200 invitados, entre los que destacan Ernesto Laguardia, Juanes, Anahí y Pedro Fernández, junto a otros.

Angélica Vale lució un vestido de novia confeccionado por David Salomón y joyas diseñadas por Elena Jiménez, quien además, ideó el anillo de compromiso de la actriz y las argollas de matrimonio de la pareja.

PREPARARON FIESTÓN

El viernes por la tarde y con absoluta discreción, las mesas, el sonido y la decoración para la boda entre la actriz Angélica Vale y el empresario Otto Padrón comenzaron a arribar al Colegio de las Vizcaínas, en el Centro Histórico capitalino, donde ayer se ofició la ceremonia religiosa de la pareja.

La animación, iluminación y equipo de sonido estuvieron a cargo de las compañías Gamma y Blackout, que requirieron de dos camionetas de mudanzas para transportar los elementos que amenizaron la velada.

En una, con capacidad para cinco toneladas, se movieron alrededor de 300 luces; la segunda, de siete toneladas, traía bocinas, rebotadores, bafles, bajos y agudos.

“Estará muy grande el sonido. Es muchísimo lo que pondrán, como para un concierto masivo”, indicó una fuente de la organización.

Tres camionetas marcadas como Banquetes Mayita dejaron en el lugar alrededor de 90 mesas para entre 10 y 12 invitados cada una; fuentes allegadas confirmaron que la comida que se servirá en el evento será mexicana.

Mientras tanto, la empresa de diseño y decoración de Becky Alazraki se encargará de darle un toque clásico a la boda, en los apartados de mantelería, flores y color del salón.

“Lo único que puedo decir es que será una boda muy bien organizada, clásica, especial y con muchas sorpresas”, puntualizó, en entrevista telefónica, la señora Becky, quien se encargó de los enlaces de Paulina Rubio, Edith González y Emilio Azcárraga.

En la boda, coordinada por Alejandro Alazraki, se contó con una mesa de dulces, golosinas y botanas cortesía del sello Candy Shop by Alazraki, además de salas tipo lounge de color blanco, sillones entre otras sorpresas.

(Con información de REFORMA)