Por lo menos dos años operó Edgar Rodríguez Ortiz, alias “El Limones”, dentro del esquema de extorsión y hostigamiento contra empresarios y comerciantes de todos los tamaños en la Comarca Lagunera. El fiscal general de Coahuila, Federico Fernández Montañez, dio a conocer el dato a propósito del arresto del presunto líder criminal que además ocupó un espacio importante en la dirigencia del sindicato morenista CATEM.
La captura de “El Limones” dejará ver información para dimensionar hasta dónde llegó su red de influencia en la región.
Resultados en la mesa
En la reunión de este jueves en Palacio Nacional, Manolo Jiménez afirmó ante la presidenta Claudia Sheinbaum que la estrategia federal contra el crimen da resultados. Señaló tres puntos clave: coordinación operativa con estados y municipios, inteligencia y decisión política.
Ejemplos había de sobra y uno sobresalió: la captura de “El Limones”, señalado como presunto líder criminal en la Laguna de Durango y pieza del esquema de extorsiones desde la CATEM. Según el secretario de Seguridad federal, Omar García Harfuch, la detención resultó de un operativo conjunto entre Marina, Ejército, Guardia Nacional y el gobierno de Coahuila.
La caja rota
A Roberto Barrios Hinojosa, director de Ingresos en la Tesorería Municipal, lo señalan como pieza clave del esquema donde funcionarios y áreas completas del gobierno de “Robán”, como Inspección y Verificación de Pablo Fernández Llamas, operan mecanismos para que parte del dinero no llegue a la administración y sí al bolsillo de inspectores y mandos medios. Nada nuevo para quienes conocen los corrillos internos, pero la posada de este jueves encendió focos rojos: pantallas y regalos de lujo, en plena temporada donde sobres, donativos y favores en especie dominan la conversación pública.
Lo que más llamó la atención fue la presencia del tesorero Javier Lechuga. Si Barrios está bajo señalamientos y los inspectores también, la pregunta es natural: ¿a poco Lechuga también forma parte del entramado?
Sus propios intereses
Dicen que el “Chobby” Rodrigo González Fernández estaba advertido sobre los eventos ‘alucines’ que operaban desde Durango. La duda es por qué, con todo y el riesgo a la vista, accedió a facilitar las instalaciones del Centro de Convenciones de Torreón. La única respuesta apunta hacia sus propios intereses.
Más sobre esta sección Más en Coahuila