Monterrey, NL.- Especialistas explican las vías para que un menor bajo protección institucional visite un hogar que no es el de su familia biológica.

La visita del bebé Emilio a la residencia del Gobernador Samuel García y su esposa Mariana Rodríguez, titular de la Oficina Amar a Nuevo León, despertó una duda en la comunidad: ¿es fácil llevar a casa a un niño que protege Capullos?

Un abogado experto en derechos de la infancia explica que sólo hay tres vías para que un menor de edad de esa institución del DIF estatal visite un hogar que no es el de su familia biológica o extendida.

Uno es la familia de acogimiento, que recibe en su casa al menor por tiempo limitado (de 6 meses a 3 o más años). Otra es la familia de acogimiento con miras a la adopción, y el tercero es a través de la adopción.

Para cualquiera de las tres se requiere un certificado de idoneidad otorgada por el DIF estatal, la Procuraduría de Protección y los DIF municipales, explica por separado Antonio García, encargado de desarrollo institucional de Back to Back México, pionera en programas de acogimiento familiar en México.

“El proceso no es complicado, pero requiere tiempo, de tres a seis meses. Los requisitos, los pasos y los criterios son muy claros”, señala. “Por ser niños sujetos de derechos, el estudio es exhaustivo”.

Entre los documentos que se basan los especialistas está el Manual de Políticas y Procedimientos de Familias de Acogimiento del DIF Nuevo León 2020.

Personal del DIF estatal no accedió a una entrevista sobre el tema indicando que se están realizando modificaciones a los procesos de adopción.

Requisitos

Los aspirantes a ser familia de acogimiento o adopción deben ser mayores de 25 años, tener dos años de casados, si es un matrimonio, aunque también pueden ser solteros y parejas homoparentales.

Se solicita acta de nacimiento, de matrimonio (o de divorcio, si es el caso), copia de identificación, comprobantes de ingresos, tres cartas de recomendación, constancia de no antecedentes penales y estudios de laboratorio.

Los interesados deben acudir a una plática, tener entrevistas y evaluaciones psicológicas y socio-económicas. También recibirán visitas a domicilio del equipo técnico multidisciplinario (abogados, psicólogos, médicos y trabajadores sociales).

El certificado

El proceso para recibir el certificado de idoneidad para ser familia de acogimiento o adoptar puede tardar tres meses como mínimo.

Ya certificada, la persona o pareja convive primero con el niño en Capullos; luego lo recibe en su casa por algunas horas, pero sin pasar la noche.

El menor debe estar acompañado de un experto de la institución. Las estancias se harán más prolongadas cuando el niño o adolescente exprese estar listo para ello.

“Se emplea una prueba, ‘Cuida’, que se utiliza a nivel internacional para medir las capacidades parentales y de cuidado que tienen las familias”, ahonda el abogado consultado.

“Si bien los bebés no pueden expresarse, para eso está el equipo técnico multidisciplinario que va midiendo qué capacidad de cuidado y crianza positiva tienen las personas que están haciendo las pruebas”.

Aparte del mínimo de tres meses que demora la certificación, este proceso de integración toma otro tiempo determinado por el menor. En el acogimiento como en la adopción, el actor principal son los niños, no las familias.

¿Adopción o acogimiento?

Aunque se solicitó, personal de comunicación del DIF estatal no proporcionó cifras sobre los niños y adolescentes que vivien ahora en Capullos.

Los expertos coincidieron en que cualquier menor puede ser susceptible al programa de familias de acogimiento. La idea es que pase menos tiempo institucionalizado y más tiempo con una familia cuidadora.

En contraste, para ser adoptado, el niño o adolescente debe estar desvinculado legalmente de su familia. El proceso de desvinculación puede tardar años.