Internacional
Por
La Jornada
Publicado el viernes, 8 de agosto del 2025 a las 22:46
Ciudad de México. — El primer ministro de Canadá, Mark Carney, está en una misión para reparar la fracturada relación con México, después de que los vínculos se tensaran a fines del año pasado. La crisis diplomática se desató luego de que funcionarios canadienses sugirieron negociar un acuerdo comercial únicamente con Estados Unidos, sin la participación de México.
En un intento por suavizar las asperezas, Carney tuvo una llamada telefónica con la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum en julio, en la que elogió un balón de futbol de fabricación indígena que ella le había obsequiado.
Esta calurosa apertura, según fuentes anónimas, es parte de una campaña para remediar el daño causado por una serie de declaraciones percibidas como desaires.
La relación entre México y Canadá, históricamente aliados bajo acuerdos como el TLCAN y el TMEC, se vio seriamente afectada en noviembre pasado.
En aquel entonces, el ex primer ministro canadiense Justin Trudeau consideró la idea de un acuerdo bilateral con Estados Unidos, y su posterior visita a Donald Trump en Mar-a-Lago enfureció a Sheinbaum, quien ordenó a sus funcionarios cesar la comunicación con los canadienses.
Ahora, con Canadá en una posición de desventaja frente a los aranceles de Trump —que han aumentado para los productos canadienses mientras que para México se mantuvieron estables por 90 días—, los funcionarios canadienses están en una campaña para recuperar el favor de México.
El objetivo principal es salvar el acuerdo trilateral, que continúa protegiendo a ambos países de los aranceles de Trump.
Las tensiones entre México y Canadá no son nuevas y se remontan a las negociaciones del TMEC en 2018. Según un ex negociador mexicano, México insistió en que el acuerdo fuera trilateral, evitando que Canadá fuera excluido.
Sin embargo, una fuente canadiense involucrada en esas conversaciones ofreció una versión distinta, acusando al equipo mexicano de negociar a sus espaldas con Estados Unidos. “Si hay mexicanos que sienten que Canadá los traicionó, deberían mirarse al espejo”, sentenció la fuente.
A pesar de las diferencias, Sheinbaum está comprometida a salvar el acuerdo trilateral. La presidenta es consciente de que, sin el pacto, el tratado podría expirar en 2036, lo que tendría un impacto económico “potencialmente desastroso” para México. Como lo expresó el exnegociador Juan Carlos Baker: “Siempre es mejor tener un juego de tres jugadores”.
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