Arte
Por
Christian García
Publicado el martes, 9 de julio del 2024 a las 05:56
Saltillo, Coah.– Hace un par de años, la pintura Diego y Yo, de Frida Kahlo se convirtió en la obra de arte latinoamericano más cara, al venderse por 34.9 millones de dólares en una subasta de la casa Sotheby’s, imponiendo un récord que se ha mantenido hasta hoy, aunque con otros nombres pisándole los talones. Entre ellos, el de Leonora Carrington, quien hace un par de meses, en cambio, se cotizó en 28.5 millones de dólares con su pieza Las Distracciones de Dagoberto.
Estas dos ventas multimillonarias obedecen, según comentan Rodrigo Gutiérrez y Diego Maysee, socios de la galería Consigna, a que “el arte moderno latinoamericano es de las corrientes más importantes a nivel mundial ahorita. Eso por dos razones: la primera es que los coleccionistas latinoamericanos son los número uno en todo el mundo, o sea que casi todo el mundo de la industria proviene de ellos; entonces comprar arte cuyo origen es local, hasta cierto punto, es súper importante.
“ El segundo es que muchos de estos artistas, adscritos al surrealismo, han tenido una carrera destacada a nivel continente. En Cuba, por ejemplo, tenemos a Amelia Pélaez, aWilfredo Lamm; en México tenemos a Gunther Gerzo, a Matías Goeritz…, si nos ponemos a pensar en ese aspecto, significa que esos diálogos permiten que se vuelva importantísimo el arte mexicano y latinoamericano a nivel mundial. Se ha generado un auge de estos artistas que se refleja en lo que quieren las colecciones. Hubo un tiempo en el que el impresionismo se puso de moda, después el arte conceptual era la tendencia mundial, pero ahora regresamos al surrealismo”, según explicó Maysee a Zócalo en entrevista.
La galería Consigna, cuya sede está en la Ciudad de México, inauguró hace una semana una exposición con piezas de Carrington en el restaurante Don Artemio, en el que pueden observarse actualmente. Esto con el fin de promover el movimiento y conocimiento de estos artistas, para atraer el coleccionismo nacional hacia estas piezas.
Según continúa Maysee, el mercado del arte se vio sacudido, como todo el mundo, por la pandemia de Covid-19, la cual provocó “que la gente quiera comprar inversiones seguras. Ciertamente el mercado está contraído, porque después de la pandemia había mucha liquidez e invertían en lo que fuera. Pero ahora, en cambio, lo gente ve que el arte latinoamericano es eso: una inversión patrimonial sustentada en carreras de años con alcance mundial que no va a devaluarse o que no va a volatilizarse como le podría pasar a distintos artistas contemporáneos”, detalló el galerista.
Artistas y mujeres
Por otra parte, ambas pinturas récord fueron hechas por artistas mujeres. Eso también habla sobre un interés renovado en la obra de las creadoras, especialmente en estos nombres ya consagrados. Para Gutiérrez “tanto Frida Kahlo, como Remedios Varo, como Leonora Carrington son banderas del feminismo con mucho impacto cultural. En el caso de Kahlo, por ejemplo, gran parte de su obra se basa en la historia de una mujer fuerte que pasó por experiencias fuertes y complejas, y Carrington va un poco de la mano, en épocas cercanas aunque en corrientes algo distintas.
“ Es interesante ver que mujeres latinoamericanas están rompiendo récords de venta, en número de exposiciones internacionales. Tienen una trascendencia no sólo a nivel corriente, sino ahora en el mercado del arte”, comentó.
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