Piedras Negras, Coahuila.- Unas gaviotas y un mundo en el piano en el que tocó Alejandro Vela un recital cuando apenas tenía 10 años de edad, vaticinaron lo que sucedería años después con su carrera, al convertirse en un virtuoso pianista reconocido en diferentes países y con exitosas giras internacionales.
El pianista originario de Piedras Negras, Coahuila, desde muy temprana edad supo que su vida la dedicaría a la música, con un talento que ha emocionado no solo a públicos de la República Mexicana, si no también a públicos de importantes ciudades de Estados Unidos, Europa y Asia.
Previo a su segunda gira del año en Japón, Alejandro comparte cómo cinco pilares importantes en vida, encabezados por su madre la maestra Hortensia Vela Mante, fueron su dirección para llegar a cumplir su sueño.
“Desde muy pequeño empecé, vi a mi mamá dar clases, a mi abuelita tocar el piano y desde ahí yo quise aprender a estudiarlo, desde los 6 años estoy en esto, me encanta y fue como amor a primera vista”, expresa en entrevista para Grupo Zócalo.
Alejandro se inició en la Casa de la Cultura, donde el director en ese entonces del recinto, Joaquín Villarreal Peña, vaticinó lo que sucedería años después, y es que cuando le dio oportunidad de hacer un recital cuando apenas tenía 10 años de edad, en la presentación puso unas gaviotas y un mundo en el piano y aseveró a todos los presentes que el pianista recorrería el mundo y a la fecha, no ha parado de conquistar públicos internacionales.
“Empece aquí en Piedras Negras en la Casa de la Cultura, el director Joaquín Villarreal Peña quien era el director, en ese entonces me dio la oportunidad de hacer un recital solo a los 10 años y puso unas gaviotas y un mundo en el piano yles dijo a todos que iba a recorrer el mundo”, recuerda el pianista que no ha parado de hacer giras y conquistar públicos de otros países.Ha tocado en importantes recintos.
Al ver su talento y su amor por el piano, su mamá decide llevarlo a Carrizo Springs, Texas a unas clases magistrales y fue cómo inició su preparación en Estados Unidos.
“Conocí a un maestro de San Antonio Texas, en ese entonces era complicado ir a las clases todos los días, pero cada domingo mi mamá me llevaba a San Antonio, a mis clases de piano desde los 10 a los 14 años que empece a estudiar preparatoria”, indica.
Luego, se fue a vivir a Houstonpara estudiar en la High School for the Performing and Visual Arts, donde estudió con el maestro Robert Abelon, quién también fue un pilar importante para él, como lo ha sido su madre la maestra Hortensia Vela Mante y Joaquín Villarreal Peña (f).
Tenía tan solo 12 años de edad cuando ganó un concurso para debutar con la Orquesta Sinfónica de San Antonio, Texas, luego siguieron más conciertos y el estudiar en Nueva York en una de las escuelas más reconocidas a nivel mundial.
“Después toqué con la sinfónica de Corpus Christi, con la de Houston, con muchas orquestas, después conocí a un director de Orquesta, Christoph Eschenbach, él también fue un pilar”, resalta.
Entróa la reconocida Escuela Julliard en Nueva York, donde conoció a la maestra Yohenved Kaplinsky, quien también fue pilar importante en su formación.
“Ellos fueron las cinco personas que me inspiraron en todos los sentidos de la palabra”, indica.
“El maestroRobert me dio esa bravura, ese fuego, siempre me dijo no tengas miedo a hacer las cosas como te nazcan, en cambio la maestra Yohenved Kaplinsky me enseñó proporción, de cómo es, por qué hacer las cosas de alguna manera, no hacerlas solo sin sentido, ponerle más mentalidad, mas pensamiento, inteligencia a la música”, agrega.
Resalta también al maestro alemán Christoph Eschenbach quien también lo inspiró mucho y con quien tuvo la oportunidad de tocar varias veces con la sinfónica de Chicago.
“Yo creo que toqué conciertos con él a cuatro manos también, entonces eso no se te olvida nunca, ahí empezó mi carrera”, apunta.
Inició a los 17 años en Nueva York, tocó con orquestas de otros países, se fue a Israel para tocar con la Camerata de ese país y ganó dos concursos de solistas, gané el concurso en Israel, ganó dos veces el concurso de solistas de New York en Julliard.
“Me gusta mucho la música clásica rusa como Rajmáninov, Prokofiev,Shostakovich, en este caso toqué el Shostakovich y el Prokofiev, con la Sinfónica y la Filarmónica”, comparte.
“La carrera va paralela al concertismo, vas estudiando, pero tienes contratos, desde los 17 a los 25 me la paso yendo a Israel, Suiza, Holanda, toqué en el auditorio principal de Amsterdam que es el Concertgebouw”, indica.
Sus inicios en Asia
Luego el destino lleva al pianista a tocar en Asia, primeramente en Taiwan, para posteriormente realizar conciertos en otros países, como Japón, donde conoce a importantes personalidades, como la productora Keiko Kawashima quien se convierte en su manager.
“El fenómeno de Facebook, me llevó a conectar con un gran amigo de Taiwan, un amigo chelista Sao Lou Lou, el y yo hacemos mancuerna, hacemos dueto”, detalla.
Precisa que Sao Lou Lou estuvo en Piedras Negras y Alejandro Vela fue de visita a Taiwan, pero su amigo le dijo que no solo iba de visita, sino también a tocar y así empezaron a surgir proyectos en ese continente.
Llega a Japón
En 2011 llega a Japón luego de que la Embajada de México le abre las puertas y conoce a Keiko Kawashima, organizadora, promotora de conciertos, quien hace que sus giras sean cada vez más importantes.
“Los recintos son como el Museo Nacional de Tokio al que voy a volver por septiembre, entre otros lugares en los que he tocado, son giras extensas en todo Japón, la importancia también de que en los públicos estén gente importante”, indica.
Ahí en junio pasado realizó el “Concierto Colorido” que contó con la presencia de la expresidenta de la Cámara de Consejeros, la señora Akiko Santo, y un brindis de la señora Dewi Sukarno, exprimera dama de Indonesia.
Además, se tuvo distinguidos invitados como Datin Lowe Haruyo, presidenta de su propia empresa, esposa del presidente del Grupo Bayan (conocido como el “Rey del Carbón” de Indonesia) y generosa patrocinadora de numerosos proyectos de contribución social.
Fue invitado a actuar en la ciudad de Hokuto, prefectura de Yamanashi, organizado por la Junta de Educación local. El concierto tuvo lugar en la hermosa Sala Yamabiko, con el Monte Fuji como telón de fondo, y contó con la colaboración de una violonchelista y una cantante tenor japonesas.
Ha tocado en Europa
Alejandro ha tocado en toda Europa desde 2010, aunque por la pandemia por Covid-19, se interrumpieron sus giras que espera retomar pronto por países de ese continente.
“He regresado a tocar en Bélgica y en Roma, pero antes toda Europa, fui a todos los países de Europa, toqué en Suecia, en Finlandia, en Rumanía, en Ucrania, ahora ni se puede ir a Ucrania”, indica.
“Me gusta mucho tocar en París, me gustaría volver y también en Alemania, Berlín, he tocado tres veces en Berlín, en París he tocado como seis, en Budapest también, tengo un parentesco con Hungría”, añade.
No olvida sus raíces
El pianista no olvida sus raíces y por ello ha tocado en México en importantes escenarios y con las principales orquestas, además de contar con el apoyo muy destacado de un gran promotor para la cultura en el país que lo ha llevado a conocer a personalidades de la cultura y la política.
“El año que entra tocó con la Filarmónica del Estado de Toluca”, comparte.
“Uno de los pilares de la gente importante que me ha apoyado mucho es Jorge Vázquez y su fundación en Monterrey”, indica.
La fundación Dr. Idelfonso Vázquez Santos, conocida como FIS, lo ha llevado a hacer ya muchos conciertos, pues tiene una década con ellos y le ha dado oportunidad de conocer a importantes personalidades de la cultura y la política.
Alejandro Vela parece conversar con las teclas del piano del Teatro de la Ciudad de Piedras Negras, recinto donde presentará el concierto “Dos Lunas un Mundo”, el próximo 19 de agosto, previo a volver a Japón donde tocará en el Museo Nacional de Tokio.